Bogotá, DPA
El congresista colombiano Manuel Vives dijo hoy que un encuentro de las comisiones de asuntos internacionales de los parlamentos de Colombia, Ecuador y Venezuela, debe ayudar a tender puentes para la normalización de las relaciones entre los tres países.
Vives, elegido en 2006 por una circunscripción especial de los colombianos que viven fuera del país, señaló que su propuesta fue aprobada el miércoles pasado por la Cámara de Representantes y que ya inició gestiones para que la cita sea en la caribeña ciudad de Santa Marta el 12 de octubre.
Según Vives, la fecha y la sede de la posible reunión (la casa donde murió el Libertador Simón Bolívar) fueron escogidas de forma premeditada por el simbolismo que tienen. “Esperamos que en el emblemático lugar donde falleció el Libertador Simón Bolívar, su espíritu nos ilumine y nos abra caminos de encuentro entre los tres países que tanto quiso”, dijo el legislador.
Vives manifestó que las comisiones parlamentarias están formadas por políticos de todas las corrientes, que pueden dar luces sobre la forma en que se pueden superar las diferencias.
Por su parte, el presidente del Senado colombiano, Javier Cáceres, comentó que los gobiernos deben hacer gestiones con otros países para solucionar las discrepancias. “(Hay que) dejar que los gobiernos avancen en las gestiones diplomáticas.
La mayor ayuda que podemos hacer todos los ciudadanos en este país es mantener silencio y que los gobiernos avancen con gobiernos amigos en la solución de esta grave problemática”, expresó Cáceres.
Quito rompió relaciones con Bogotá en marzo de 2008, a raíz de un ataque de militares colombianos contra un campamento que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tenían en territorio ecuatoriano, en el cual murieron el segundo jefe del grupo guerrillero, alias “Raúl Reyes”, y otras 24 personas.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó entonces solidaridad con Ecuador y envió tropas a la frontera con Colombia, pero las tensiones entre Bogotá y Caracas bajaron después.
Sin embargo, las discrepancias resurgieron hace un par de semanas, cuando el gobierno de Colombia confirmó que negocia un acuerdo que le permitirá a Estados Unidos usar al menos tres bases militares del país para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Venezuela rechazó el acuerdo y aseguró que se enmarca en un posible intento de agresión en su contra por parte de Estados Unidos, tras lo cual las tensiones subieron cuando Bogotá denunció que tres lanzacohetes vendidos por Suecia a las fuerzas militares venezolanas fueron confiscados en un campamento de las FARC.