5 527 productos ya cuentan con la nueva etiqueta sobre alto contenido de sal, azúcar y grasas

En el Supermercado Santa Cecilia, Cuenca, ya se observan productos con los ‘semáforos’.

En el Supermercado Santa Cecilia, Cuenca, ya se observan productos con los ‘semáforos’.

Este viernes vence el plazo dado a 375 empresas grandes y medianas, para que coloquen las alertas sobre el contenido de sal, grasa y azúcar en las etiquetas de los alimentos procesados.
En noviembre pasado, el Ministerio de Salud expidió un reglamento para que la industria de alimentos y bebidas coloque en los empaques de sus productos círculos de colores, para informar sobre el contenido de estos componentes.

El mecanismo consiste en una especie de ‘semáforo’: rojo para productos con alto contenido de calorías; amarillo, contenido medio; y verde, bajo.

La medida busca, entre otros propósitos, reducir la obesidad y el sobrepeso, que según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, publicada en el 2012, afecta a tres de cada 10 niños en edad escolar y al 26% de adolescentes en el Ecuador.

Hasta el 12 de agosto, el 95% de empresas grandes y medianas ya había realizado este trámite. Esto significa que 356 firmas ya notificaron la nueva presentación de los envases de un total de 5 527 productos, algunos de los cuales ya están en tiendas y supermercados.

Alejandro Ortiz, un consumidor que realiza compras cada semana en el Supermaxi , ubicado en Mall El Jardín, dice que la información es útil. “No sabía que la marca de jamón que compraba tenía alto contenido de sal. Decidí moderar mi consumo”.

Con la culminación del plazo, también comenzarán los controles en las perchas de las tiendas y supermercados, para constatar que la información que difunde la industria en sus productos corresponde a su contenido. Sin embargo, estas revisiones no implican que las mercancías remanentes con la anterior etiqueta serán retiradas de la venta todavía.

Esto, porque en el Reglamento del etiquetado se dio plazo hasta el 29 de noviembre próximo, para que se consuman estos alimentos con la anterior presentación. Por eso, hasta esa fecha el cliente aún observaráalimentos con y sin ‘semáforos’.

Luego de esa fecha, deberán ser retirados de las estanterías.
“El Reglamento permite que se agote el ‘stock’ de los alimentos que no tengan el etiquetado nuevo. No buscamos generar un problema para las empresas”, explicó ayer la ministra de Salud, Carina Vance.

Según la funcionaria, se asesoró a algunas empresas sobre este tema, “para evitar que, por desconocimiento, se cometan errores”, señaló.

Aquellas firmas de alimentos procesados que no coloquen el sistema gráfico de etiquetado serán sancionadas.

Las empresas pequeñas y microempresas, en tanto, tienen hasta el próximo 29 de noviembre para registrar sus etiquetas.

Hasta esa fecha, en total, 10 102 empresas (incluidas grandes, medianas y pymes) deberán colocar el sistema gráfico de ‘semáforo’.

Christian Walhi, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas, dice que así concluye un proceso que ha durado varios meses y donde se han registrado, al menos, ocho cambios a la reglamentación, lo cual dificultó la aplicación de la norma por parte de la industria.

Una vez concluida esta etapa, Walhi indica que la siguiente fase debe ser una campaña de educación para el consumidor. “El ‘semáforo’ no informa, solo alerta, pero es una oportunidad para que el consumidor comience a buscar los datos nutricionales del producto que están atrás de la lata o envase”.

Según la ministra Coordinadora de lo Social, Cecilia Vaca, la idea es reducir el sobrepeso, principalmente en los niños.

Para ello, se harán controles en los establecimientos educativos, para evitar que se venda comida poco saludable en los bares. “Ningún producto que tenga rojo en su etiqueta podrá ser vendido en las escuelas”.

Según la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Ettiene, estas acciones estatales son un “ejemplo” para los otros países y son muy positivas para frenar la malnutrición.

Hoy también vence el plazo para que se incluya en el etiquetado la información sobre el contenido de ingredientes transgénicos en los productos. “Este es un derecho que tienen todos de saber qué están consumiendo”, dijo Vance.

Estas medidas forman parte de una política estatal para lograr una alimentación saludable, que se suma a otras como los impuestos a las bebidas gaseosas y a los cigarrillos, que ya se aplican, señaló.

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