En Quevedo está el 40% de los cultivos de banano de Los Ríos, la mayor productora del país. Fotos: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
En los últimos tres años, la economía de Santo Domingo, Quevedo y La Concordia creció un 13,07%, gracias a sus actividades agrícolas y comerciales.
En la región y sus zonas de influencia, estos tres cantones son un referente de la producción de banano, palma aceitera, cacao, plátano, piña y ganado vacuno de carne y leche.
El incremento se debe a la investigación agropecuaria y a la inversión a través de créditos públicos y privados.
En el caso del sector agropecuario, esa actividad fue la que más recursos generó. Según el Banco Central, los tres cantones contribuyeron con USD 575 millones en el 2016. El comercial fue considerado el segundo rubro más importante y generó USD 532 millones.
Frente a la economía nacional, esos tres cantones aportan 2,75% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para el analista económico Rafael Puertas, el aporte de Quevedo, Santo Domingo y La Concordia pudiera ser minúsculo si se lo comparara con las ciudades grandes, que generan más del 20% PIB. “Pero el rol de esos cantones es el productor. Es decir, que en esos sectores se genera la materia prima para que en las ‘grandes ciudades’, a través del sector privado, se industrialice”. Asegura que son considerados como los proveedores del país.
En la vía Santo Domingo – Quevedo se concentra el 60% de la producción agrícola de la zona. Fotos: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Una de las particularidades de estos cantones es que se han convertido en centros de acopio de productos como la palma aceitera, el arroz, el banano y el cacao, que se cultivan en La Maná, Mocache, Buena Fe, Patricia Pilar, El Carmen y Quinindé; que luego se envían a Quito o Guayaquil.
En esos cantones hay unos 30 centros de acopio, que son administrados por asociaciones o agroindustrias como Epacem, en Santo Domingo; y Grupo La Oriental, en Quevedo. A través de esta actividad se han generado 20 000 plazas de trabajo, entre pequeños productores, jornaleros, empacadores, entre otros.
De hecho, Quevedo es el cantón de Los Ríos que mayor población económicamente activa (PEA) tiene en la provincia. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, de los 255 188 empleos que se generan en Los Ríos, el 23,39% es de Quevedo; seguido de la capital provincial Babahoyo.
El catedrático universitario José Anchundia señaló que la producción agrícola ha influido en el comportamiento económico de la zona urbana del cantón quevedeño, donde se desarrollan los negocios, empresas y ventas, alrededor de la producción agrícola.
Desde el 2010 hasta el 2016, la producción de banano, palma y cultivos de ciclo corto, como el arroz y maíz en Quevedo, creció 33,4%.
Este incremento se debe a dos factores. Uno: a las investigaciones de campo para generar más productividad por hectárea. Por ejemplo, el banano -que es el principal producto de Quevedo- creció de una tonelada a 1,5 por hectárea en un año, según la Asociación de Productores de Quevedo.
Para eso se implementaron mejores nutrientes y métodos de manejo de la planta para evitar enfermedades como la sigatoka o los hongos.
El sector bananero en Quevedo invierte anualmente USD 10 000 en técnicas para mejorar la productividad.
El otro factor fue una migración de productores de otros cantones como Buena Fe y Valencia a la zona rural de Quevedo, que subió a 12 000 empleos en el campo, según el INEC.
Eso hizo que el sector secundario (industria, manufactura y comercio) también aumentara de 3 000 a 4 539 empleos entre el 2015 y 2016. “Solo en las cinco agroindustrias se han empleado unas 800 personas. El resto se dedica al comercio de los productos agrícolas y sus derivados, como mermeladas, conservas, frutos secos o fertilizantes orgánicos, entre otros”, indicó Anchundia.
Una situación similar ocurre en Santo Domingo y La Concordia. La producción agrícola y ganadera va de la mano con el comercio. En el cantón tsáchila, el 23,4% de la PEA de la provincia se dedica a la ganadería y producción de plátano, yuca, papaya y frutas. De estos productos, solo el plátano se exporta y el resto se vende en el país para consumo interno.
En el cantón tsáchila, el 26% de la población económicamente activa es comerciante y en su mayoría negocia con los productos de la zona.
En La Concordia, las actividades agrícolas superaron a las comerciales en el 2016. Además de la palma también se está incursionando en la siembra del plátano y el cacao, desde hace dos años.
El prefecto Geovanny Benítez señaló que se apostó nuevamente a esos cultivos. Por lo tanto, dice, desde el 2016 funciona la empresa pública Iilco, que ha eliminado los intermediarios y hasta el 2017 se exportaron 12 contenedores de cacao y 88 toneladas de plátano a Europa.