En el cantón Huaca, la cosecha de papa superchola es una las actividades económicas más importantes. Foto: José Mafla/ EL COMERCIO.
La principal actividad productiva en Carchi es la agricultura, pero hoy una parte del sector está sufriendo el embate de la apreciación del dólar.
Dos variedades de papa colombiana (capira y única), que hoy se venden hasta en USD 6 por quintal, están hundiendo los precios en el sector fronterizo, según productores.
El agricultor carchense Julio Masmuta invirtió USD 30 000 para producir cuatro hectáreas de papa superchola, pero solo recuperó USD 20 000 porque los precios están bajos.
En la zona fronteriza, el quintal de este tubérculo se vendía en USD 25 en enero pasado y hoy se paga USD 15.“No sé qué hacer. En Carchi no hay fuentes de trabajo”, dice Masmuta.
La agricultura y la ganadería representan el 21% de la producción de la provincia, mayor a lo que este segmento capta en la producción nacional (8%), según la Prefectura de Carchi. El principal producto de la zona es la papa y luego están los lácteos, el cultivo de quinua y otras legumbres.
Le siguen en importancia las actividades de transporte (17%) y comercio (16%), también impactadas por la crisis en la frontera norte.
El 46% restante de la Matriz Productiva está compuesto por construcción, manufactura, servicios (hotelería, por ejemplo) y actividades financieras.
Estos días unos 7 000 autos ecuatorianos (16 000 en feriado) llegan a Ipiales para adquirir productos, según la Cámara de Comercio de Ipiales.
Si bien los hoteles y restaurantes de Tulcán aumentaron la ocupación por el flujo de ecuatorianos a la zona, el resto de negocios está quebrando porque los precios de Colombia atraen más al ecuatoriano.
Aunque en la ciudad se registran 3 231 contribuyentes, desde noviembre pasado el 50% de negocios ha cerrado, de acuerdo con datos del Comité Cívico para la Reactivación de la Provincia, compuesto por empresarios y comerciantes.
La realidad está a simple vista: casas en venta y locales cerrados o en arriendo.
El taller de sábanas Primor, que tenía seis empleados hasta enero pasado, está paralizado. “Lo que vendo solo me alcanza para comer”, relata Esperanza Ruales, propietaria del establecimiento que en estos días solo abre tres o cuatro horas al día.
Otro problema son las deudas. Los comerciantes han optado por créditos para pagar a proveedores, empleados e incluso los impuestos, dice Olga Reascos, titular de la Asociación de Comerciantes Mayoristas de Tulcán.
Similar escenario viven los transportistas de carga. René Benavides, director de la firma Transcomerinter en Tulcán, explica que la carga entre febrero y julio de este año bajó en 20% frente a igual lapso del 2014. Además de la apreciación del dólar, dijo que afectaron las salvaguardias que rigen desde marzo pasado.
La carga se relaciona con galletas, baterías, papel y otros insumos para la industria. “Antes manejábamos 300 tráileres al mes, hoy son 152”.
Los decretos para exonerar del pago del anticipo al Impuesto a la Renta, firmados el jueves, alivian al comercio y el transporte, pero faltan soluciones estructurales, coinciden autoridades y empresarios.
Lupe Caicedo, gobernadora del Carchi (e), explica que desde el 2014 se impulsa la producción de quinua, lo que ha ayudado a paliar el difícil escenario. El año pasado se sembraron 1 500 hectáreas de la semilla en esta provincia.
Además, dijo que se está dando una “dura lucha” al contrabando. Antes, 60% del sector agrícola de Carchi se dedicaba a la papa. Tras la reactivación de la quinua, ese porcentaje del cultivo bajó al 40%.
Medardo Cadena, representante legal de la Pre Asociación San Isidro, que agrupa a unos 25 agricultores, explicó que el programa les ha dado un respiro. El precio del quintal de quinua bajó este año de USD 100 a 80, pero aún así es rentable. No obstante, dice que este proyecto aún debe consolidarse.
El Gobierno ratificó que se construirá una planta procesadora de quinua en Carchi (inicialmente prevista en Imbabura) y que está en marcha la reestructuración de las deudas con BanEcuador.