La producción de calzado deportivo es baja en el país

En la importadora Mega Deportes se venden alrededor de 15 marcas importadas. Foto: Gabriel Proaño para EL COMERCIO.

En la importadora Mega Deportes se venden alrededor de 15 marcas importadas. Foto: Gabriel Proaño para EL COMERCIO.

En la importadora Mega Deportes se venden alrededor de 15 marcas importadas. Foto: Gabriel Proaño para EL COMERCIO.

En lo que va del año ya se han realizado 29 carreras atléticas a escala nacional. Y unas 70 están programadas hasta diciembre, de acuerdo con www.carrerasecuador.com, un calendario de las actividades atléticas más importantes del país.

“En Ecuador existe cada vez más interés por practicar deportes, el atletismo sobre todo”, dice Pedro Nuques, atleta y organizador de carreras con la empresa T3 Sports.

A pesar del auge de actividades deportivas, de los 34 millones de pares de zapatos que se producen en Ecuador, solo un 20% es considerado deportivo, según Gonzalo Toro, presidente del Gremio de Profesionales del Calzado del Guayas.

En Tungurahua, en donde se concentra la mayor parte de la producción de calzado, la Cámara de Calzado (Caltu) no maneja una cifra exacta de la producción de zapatos deportivos. Pero según una encuesta que realizaron en el 2013, a 208 empresas , el 39% de la producción de estas corresponde a zapatos deportivos.

Toro hace énfasis en que este tipo de producto no puede ser considerado como calzado para actividades deportivas de alto nivel como los que ofrecen marcas como Nike y Adidas.

Esta última, por ejemplo, ofrece zapatos con tecnología ‘ultra boost’: que ofrece 20% más de amortiguación y suela elástica. “Son empresas con años de investigación en desarrollo de zapatos con tecnología especializada. Nosotros no estamos en capacidad de ofrecer eso”, sostiene Toro.

En el 2014 se importaron unas 687 toneladas de calzado de deporte, lo que representó unos USD 23,8 millones. Pero este año los importadores advierten que esas cifras tendrían una caída significativa con la resolución del Comex, que está vigente desde el 11 de marzo y que grava a estos productos con un 25% de salvaguardia.

Además de la nueva sobretasa, estos productos pagan el 0,5% del Fondo de Desarrollo para la Infancia (Fodinfa) y 10% de arancel y USD 6 por cada par.

Lilia Villavicencio, presidenta de la Caltu, coincide con Toro respecto al desarrollo tecnológico de las marcas extranjeras. También destaca que en enero se inauguró el primer laboratorio de pruebas físico- mecánicas para el sector del calzado en Ambato y añade que buena parte de los insumos todavía se importan.

Denise de Safadi, propietaria de Importadora Las Américas, en Guayaquil, explica que serán más selectivos al importar y que los precios se incrementarán paulatinamente. La empresaria estima pérdidas.

En las grandes empresas de calzado deportivo se hacen preventas con meses de anticipación. “Tenemos producto comprado con seis meses de anticipación, cuando ni si quiera sabíamos que venía el arancel”, cuenta Safadi.

La opción de sustituir producto no es viable para algunos importadores, sobre todo por el tipo de calzado que el mercado demanda.

De las 20 marcas de zapatos deportivos que se ofrecen en la importadora Mega Deportes, en el sector de La Bahía de Guayaquil, solo cinco son ecuatorianas.

Un zapato adecuado para practicar atletismo tiene una vida útil de 500 km, según Nuques. Un par de zapatos importados se venden en el país entre USD 100 y 150, en promedio.

“Es mejor invertir en estos zapatos apropiados para evitar lesiones que luego estar pagando terapias”, dijo Nuques.

La posición de los productores nacionales está dividida. Algunos consideran que si bien la reducción de importaciones ayudará a que la demanda del producto nacional crezca, debido a que las salvaguardias gravan otras clases de zapatos, el contrabando podría incrementarse sobre todo en calzado deportivo que es el que menos se produce en el país.

En el local Calzado Gaymo de Ambato, Remigio Maisanche espera que su producción crezca más del 50% por la aplicación de la salvaguardia. Actualmente este negocio diseña y producen alrededor de 400 pares semanales.

Su preocupación está en los zapatos que ingresan por contrabando vía terrestre. “Si no existen controles suficientes entonces no va a servir de nada, igual vamos a tener esa competencia desigual”.

Adriana Arias, representante de Calzado Vaness, que produce 2 500 pares cada mes, también tiene expectativas de crecimiento. Sin embargo teme que los costos de producción se incrementen, debido a que el 40% de la materia prima que se usa en la fabricación de calzado es importado.

“Nuestros proveedores de cuero están revisando si es que habrá un incremento, porque nos informaron que el equipo para procesar el cuero subió con la salvaguardia”, cuenta esta microempresaria.

En contexto

Las máquinas y aparatos para la preparación y curtido de cuero o piel están gravados con el 15% de salvaguardia. Además, los betunes, cremas y preparaciones similares para el calzado o para el cuero y pieles están gravados con el 45% de salvaguardia.

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