La procesión del Jesús del Gran Poder se realizó este viernes 10 de abril del 2020 dentro del convento de San Francisco, en el Centro Histórico de Quito. Foto: Cortesía
Puertas adentro. La devoción a Jesús del Gran Poder se mantiene firme. Al mediodía del viernes 10 de abril del 2020, se cumplió la edición 59 de la procesión de la imagen, con una particularidad: esta no se realizó por las calles del Centro Histórico de Quito.
La comunidad franciscana llevó a cabo la peregrinación dentro del complejo religioso de la calle Cuenca, entre Sucre y Bolívar. La suspensión de eventos masivos debido a la emergencia por el covid-19 motivó la variación de la tradición, una que empezó en 1961 gracias al impulso del padre Francisco Fernández.
La ceremonia de Viernes Santo, con la participación de los frailes del convento de la zona patrimonial de la capital, empezó a las 12:00. Fue transmitida por el Facebook de Voluntarios de Jesús del Gran Poder y de radio Francisco Stereo.
El evento religioso empezó con el toque de dianas y el Himno Nacional. La imagen partió del altar mayor de la iglesia de San Francisco hasta la puerta del Perdón, donde uno de los hermanos proclamó la sentencia de la muerte de Jesús y arrancó la primera estación del Vía Crucis.
Los mismos frailes se encargaron de cargar el anda en la que se colocó a la talla, mientras avanzaban las estaciones, alrededor del jardín central del convento franciscano.
En la procesión estuvieron presentes dos cucuruchos, tradicionales personajes penitenciales. Antes de la suspensión de eventos masivos en Quito y el país, había 4 000 cupos para que la comunidad hiciera las veces de esta figura y de verónicas.
Las estaciones avanzaron con los rezos de los franciscanos, quienes se inclinaban a los costados de la imagen. Durante la transmisión de la celebración religiosa, los fieles conectados compartieron comentarios como: “Jesús reine en nuestras familias y nos libre de toda enfermedad”, “Señor Jesús, perdónanos todo pecado y líbranos de esta pandemia”. Otras personas encomendaban a sus hijos a la imagen.
Después de culminar con las estaciones del Vía Crucis, la imagen retornó a la iglesia para continuar con la adoración de la Cruz.
La historia de la procesión en Quito empezó un 10 de febrero de 1961, cuando el padre Francisco Fernández propuso impulsar la devoción a la Virgen de Fátima. Esta premisa no tuvo mucha acogida.
El sacerdote Agustín Moreno expresó su desacuerdo al tratarse de una imagen moderna y de reciente devoción (13 de mayo de 1917). Así que sugirió que se impulse la fe a Jesús del Gran Poder.
La devoción es originaria de España. En Ecuador, la imagen como tal ha estado desde el siglo XVII.
La talla se hallaba en la sacristía de San Francisco. En principio era conocida como Jesús Nazareno. La comunidad religiosa dio luz verde para que el padre Fernández impulsara la devoción.
El 15 de febrero de 1961, los padres franciscanos elaboraron oraciones, novenas, quinarios y otros elementos para la devoción a Jesús del Gran Poder. A la par, decidieron que la procesión se hiciera el Viernes Santo, la cual fue creciendo hasta volverse multitudinaria.