La procesión de Jesús del Gran Poder se inició entre empujones

La procesión de Jesús del Gran Poder en Quito. Foto: EL COMERCIO

La procesión de Jesús del Gran Poder en Quito. Foto: EL COMERCIO

La procesión de Jesús del Gran Poder en Quito. Foto: EL COMERCIO

Los fieles querían salir primero, acompañar al estandarte que encabezaba la procesión de Jesús del Gran Poder, en Quito. Por eso se aglomeraron en la puerta que conecta el patio del colegio San Andrés, con la iglesia de San Francisco. Ese era el punto de partida.

La Policía intentó ordenarlos, en filas de cinco personas, para que puedan pasar con seguridad. Pero tan pronto como se escuchó en los altoparlantes que era hora de iniciar la procesión (a las 10:00) perdieron la calma. Se empujaron, gritaron y tropesaron al intentar pasar por la puerta.

Solo un sacerdote franciscano pudo calmarños. "Esto no es devoción", les dijo serio, enojado, levantando la voz. "No queremos muertos". Entonces la gente avanzó más despacio por el corredor, hasta llegar al patio de la Iglesia.

Ahí estaban turistas nacionales y extranjeros. Ellos aplaudieron al ver a los cucuruchos copando los corredores, con sus trajes morados hasta los talones y sus prendas coniformes en la cabeza, que apenas dejaban ver sus ojos.

Este año no salieron junto con las verónicas (mujeres vestidas de negro). A ellas se les pidió que se agruparan en la capilla de Cantuña. Los cucuruchos avanzaron hasta la calle Cuenca y luego por la Bolívar, en el Centro Histórico de la capital.

En el trayecto más fieles se sumaron a la procesión cargando cruces de madera. Las habían llevado temprano, desde las 07:00 de este 3 de abril, a la Plaza de San Francisco. Algunas tan grandes y pesadas que casi no cabían en los baldes de las camionetas.

Tuvieron que cargarlas entre cinco personas, con esfuerzo, sudando en medio del sol que acompañó durante la mañana a los fieles. Era parte del sacrificio, del ritual para sanar de sus culpas y encarnar el Vía Crucis de Cristo.

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