El vestíbulo se caracteriza por una fusión de colores vibrantes como azules, verdes y fucsias; y mobiliario contemporáneo. Foto: www.hotelsdesign.blogspot.com
Este nuevo emprendimiento abrió en junio pasado. Es un hotel económico de diseño.
Karim Rashid es, sin ninguna discusión, uno de los gurús del diseño industrial y de interiores de la actualidad.
Junto a un puñado de colegas –Phillip Stark, Peter Danko, Zaha Hadid, Patricia Urquiola y unos pocos más- son los que imponen las modas en cuestiones de mobiliario, decoración y hasta de accesorios utilitarios.
Como explica www.sinembargo.mx, este creativo nacido en El Cairo, Egipto, en 1960, se preocupa por diseñar objetos que no sean un obstáculo, sino en una experiencia para el ser humano, cimentando alrededor de ellos un negocio con criterios de crecimiento, desarrollo, servicio, calidad, ecología, sustentabilidad, identidad, marca y valores.
Lo cierto es que este artista, a quien en su tiempo libre le gusta ser DJ y hacer diseño de modas, ha dejado su impronta en muchos muebles, utilitarios y edificios a lo largo del planeta. Su estilo es conocido como el ‘sensualismo minimal’.
Uno de los últimos trabajos del maestro egipcio es el diseño total del Prizeotel de Hamburgo. Antes ya había trabajado en el equipamiento del Prizehotel de Bremen, ambas ciudades alemanas.
Los dos fundadores detrás de la idea de Prizeotel son Marco Nussbaum y el Dr. Matthias Zimmermann. Su proyecto, explica www.designtimes.com, nació en el 2006 y fue concluido en el 2009 con la apertura del Prizeotel de Bremen.
Precisamente, el Prizeotel Bremen fue el primero entre los hoteles económicos de diseño creado completamente por un diseñador (Rashid); e incluyó la fachada, los interiores y el diseño corporativo.
Los determinantes de diseño contemplaron un concepto fresco y contemporáneo de hotel, que sea asequible para los clientes. Esto impulsó a Nussbaum y Zimmermann a crear un neologismo como razón social: Prizeotel.
El nuevo Prizehotel de Hamburgo, inaugurado en junio de este año, siguió los lineamientos de su gemelo.
El Prizeotel hamburgués fue planificado para ser sostenible, creíble y orientado al usuario. Rashid diseñó desde los cubiertos para el desayuno bufet hasta el mobiliario de las habitaciones; desde el exterior hacia el más mínimo detalle del interior. Los dos edificios se convirtieron en ‘hoteles de marca, de firma’.
Las modernas 216 habitaciones -dobles e individuales- incluyen aire acondicionado, mesa de trabajo móvil, sillón, conexión inalámbrica gratuita a Internet y soporte para iPod. Todas ellas disponen de baños de diseño con piedra natural y ducha de cascada.
Como explica el portal snoopsmaus.de, el diseño interior es una reminiscencia de la ‘neo-culto’ y de las películas de ciencia ficción de los años 60.
Como afirmó el propio Rashid en snoopsmaus: “El diseño contemporáneo tiende a menudo a ser frío, alienante y a veces inhumano. Yo quiero mostrar al mundo que el mundo físico de hoy también puede ser cálido, amable, humano y muy agradable. El color juega un papel muy importante para el calor de mi trabajo de diseño. Yo lo uso para crear formas, estados de ánimo, sentimientos, y tocar la memoria pública. El color no es solo eso: es tangible, fuerte y tiene una gran presencia física”.
Y eso es, precisamente, lo que define al Prizehotel de Hamburgo: una sinfonía de colores que enmarcan espacios para el disfrute total.