Red internacional detrás de estafas ‘on line’

Especialistas extranjeros analizarán mañana (11 de noviembre) en Quito la protección frente al ciberdelito. Foto: Freeimages.com

Especialistas extranjeros analizarán mañana (11 de noviembre) en Quito la protección frente al ciberdelito. Foto: Freeimages.com

Foto referencial. Empresas fantasma anuncian préstamos inmediatos, sin garantes y al 1% de interés. Foto: Freeimages.com

Las ofertas pululan en redes sociales, en páginas web y en hojas volantes pegadas en la calles. En todos los anuncios el gancho es el mismo: préstamos inmediatos desde USD 3 000 en adelante, al 1% de interés mensual, sin garantes ni hipotecas.

¿Qué hay detrás de estas tentadoras propuestas? En la Policía advierten que grupos criminales internacionales manejan estos ofrecimientos. Se trata de estafas surgidas en Colombia y que, por la crisis económica, han llegado al Ecuador desde mediados del 2015.

El modo de operar es sencillo. Hay dos grupos. El primero se encarga de levantar páginas web y correos electrónicos que funcionan como fachada para recibir los datos de los interesados. Y el segundo recibe las llamadas telefónicas.

Una vez que enganchan a las víctimas exigen un pago “para iniciar con los trámites” del crédito. El valor varía en función del monto del préstamo solicitado. Los sospechosos piden depositar el dinero a través de empresas de giros con oficinas en el país y el mundo. Si los usuarios acceden y hacen la consignación, la estafa está completa.

Carlos fue uno de los afectados por estas organizaciones. El año pasado conoció estas ofertas a través de una cuña radial que escuchó en Cuenca. Llamó y solicitó USD 60 000 a 10 años plazo. La persona que lo atendió le pidió USD 3 000 para “comprar una póliza y asegurar la transacción”.

El pago lo hizo a través de un giro a ciudad de Panamá. Luego llamó a averiguar cuándo le transferirían los USD 60 000, pero le dieron largas. En ese momento entendió que lo engañaron.

Óscar también fue víctima de este fraude. Los falsos prestamistas le exigían montos adicionales para agilizar el papeleo. Luego dejaron de contestarle las llamadas.

Reportes policiales de Colombia señalan que estas redes delictivas vulneran el sistema de telefonía para que las llamadas de usuarios de Ecuador, Perú, Panamá, El Salvador o República Dominicana lleguen a números convencionales y celulares de Colombia.

A través de redes sociales, Fernando -otra persona que resultó tentada por estos grupos delictivos- alertó a la gente de Latacunga que tuviera cuidado porque había anuncios con ofertas de créditos de entre USD 100 000 y USD 900 000. “Hay gente desesperada por recuperar el dinero que entregó para el ‘encaje”.

La Superintendencia de Bancos (SB) conoce de esta modalidad de estafa. En su web hay decenas de comunicados bajo el título ‘Alerta a la ciudadanía’. El último fue publicado en enero de este año.

En uno de ellos dice lo siguiente: “La SB tiene conocimiento que una empresa, a través de hojas volantes que circulan a escala nacional, ofrece créditos desde USD 2 000 hasta USD 1 000 000, a una tasa del 1% de interés mensual, con plazos de pagos de uno a 120 me­ses, según el monto del crédito entregado”.

Y advierte a la población de que esta organización no está “registrada, autorizada o controlada” por el organismo.
En otro reporte, el ente de control aclara que estas empresas manejan “páginas web con datos no autorizados”.

Datos de la Fiscalía refieren que entre el 10 de agosto del 2014, cuando entró en vigencia el Código Integral Penal, hasta diciembre del 2015, se registraron 17 578 denuncias por estafas en el país. 16 036 están en etapa de indagación previa (reservada) y en el resto ya hay un proceso judicial abierto. Sin embargo, no se conoce si en estas denuncias hay casos bajo esta nueva modalidad.

Óscar, el cuencano perjudicado hace un año, dice que llamó a la estación radial donde escuchó la cuña. Ahí le informaron que solo tenían los números telefónicos que se oían en la transmisión y que el contrato fue hecho vía Internet.

Los investigadores son claros: ningún banco o cooperativa que merezca confianza ofrece créditos sin garantes, sin hipotecas ni tasas mínimas de interés. Y tampoco exige dinero para iniciar los trámites del préstamo.

En los anuncios, incluso se trata de enganchar a personas que están desesperadas. Los sospechosos ofrecen dinero a gente que está incluida en la Central de Riesgos.

EL COMERCIO tiene correos electrónicos de estas empresas fantasma. En uno de los mensajes, los falsos prestamistas dicen que el crédito está dirigido a empleados independientes, empresarios, agricultores, pequeña y mediana industria, jubilados y estudiantes mayores de edad.

En abril del 2015, policías de Colombia capturaron a 13 sospechosos en Medellín y en Cali. En el operativo, los agentes revelaron que los detenidos estaban detrás este tipo de estafas y decomisaron 86 millones de letras de cambio, discos duros, computadoras con antenas para piratear una central telefónica y documentos, según un reporte de un medio colombiano.

A esa organización se la vincula con estafas en Ecuador, Perú, Panamá, El Salvador y República Dominicana. Agentes locales dicen que, por ahora, no han identificado redes de­lictivas afincadas en el país.

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