1 de cada 3 presos políticos fue condenado por ser familiar de quien cometió el delito en Corea del Norte

El líder norcoreano Kim Jong-un firma un documento de una prueba de la bomba de hidrógeno en Pyongyang. Corea del Norte anunció que había realizado con éxito su primera prueba de la bomba de hidrógeno. Foto: AFP

El líder norcoreano Kim Jong-un firma un documento de una prueba de la bomba de hidrógeno en Pyongyang. Corea del Norte anunció que había realizado con éxito su primera prueba de la bomba de hidrógeno. Foto: AFP

El líder norcoreano Kim Jong-un heredó el poder y castiga en los delitos más graves, a familias enteras recluidas en los campos de trabajo forzado. El estigma de culpabilidad se transmite hasta por tres generaciones,. Foto: AFP

Uno de cada tres convictos de los campos de prisioneros políticos de Corea del Norte habría sido condenado solo por ser familiar cercano de alguien que cometió un delito grave, aseguró el lunes 1 de agosto del 2016 una organización no gubernamental en Seúl.

De los 1 258 casos de encarcelamiento investigados, 365 -un 29 %- corresponderían a víctimas del peculiar sistema de castigo por responsabilidad colectiva aplicado tradicionalmente por el régimen de los Kim, según el Centro de Bases de Datos sobre los Derechos Humanos en Corea del Norte (NKDB).

Otros 132 prisioneros políticos son personas que intentaron escapar del país, mientras 102 habrían expresado quejas sobre el sistema y 72 habrían cruzado la frontera a China o Rusia sin permiso de las autoridades, agrega el informe publicado por esta ONG.

El NKDB ha elaborado este informe a partir de entrevistas a numerosos desertores y otras fuentes con acceso a información sobre los derechos humanos en Corea del Norte.

El régimen de Pyongyang castiga duramente los delitos "por asociación" o de responsabilidad compartida desde tiempos de Kim Il-sung, el fallecido fundador del país y abuelo del actual líder, con el fin de prevenir conatos de disidencia y controlar a la población.

En el caso de los delitos más graves, familias enteras pueden ser recluidas en los campos de trabajo forzado y el estigma de culpabilidad se transmite hasta por tres generaciones, según investigaciones de expertos y testimonios de personas que escaparon del país.

Aunque el estudio publicado hoy se basa en una muestra de algo más de un millar de personas, se desconoce cuál es el número de prisioneros políticos en Corea del Norte, ya que el régimen de Kim Jong-un mantiene un hermetismo total en lo que respecta a su sistema penitenciario.

En 2014 la Comisión de Investigación de la ONU sobre Corea del Norte cifró entre 80 000 y 120 000 los presos políticos y denunció que éstos eran sometidos a métodos propios del nazismo, el apartheid o el Jemer Rojo.

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