Lima, DPA
El presidente del Perú, Alan García, negó hoy cualquier intención de manejar el canal de televisión Panamericana, cuya administración fue asumida el lunes por la Superintendencia Nacional Tributaria (Sunat) en su condición de mayor acreedora.
“No puede haber atisbo de duda ni de sospecha de que a mi edad me convierta en un interventor de medios de comunicación. Espero que la Sunat haga a la brevedad posible lo que tenga que hacer para garantizar el pago de la deuda y permitir que el canal vuelva al mundo privado cuanto antes”, dijo García en una inspección de obras. La decisión de la Superintendencia, tomada en el marco de un conflicto judicial entre dos sectores que se dicen dueños de Panamericana, generó rechazo de la oposición, que insinúa que el gobierno quiere un canal que defienda editorialmente sus intereses.
Opositores como el ex presidente Alejandro Toledo y los ex candidatos Lourdes Flores y Ollanta Humala critican lo ocurrido desde el punto de visita político, mientras que expertos en temas jurídicos aseguran que la Sunat no tenía derecho a hacer lo que hizo.
Los hechos se desataron el lunes, cuando la Sunat tomó el control físico de Panamericana, uno de los principales canales del país, después de que quien la administraba hasta entonces, Genaro Delgado Parker, anunciara la intención de declararse insolvente. Eso hizo abortar una inminente acción judicial que le iba a quitar el canal a Delgado Parker para dárselo a Ernesto Schutz Freundt, que se dice accionista mayoritario.
Schutz Freundt es hijo del prófugo Ernesto Schutz Landázuri, quien huyó después de que se comprobara que le vendió la línea editorial al gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) a cambio de sumas millonarias. Tras la huida de Schutz Landázuri, Delgado Parker, uno de los fundadores del canal, recuperó el control administrativo gracias a maniobras judiciales que los expertos consideran corruptas.
Bajo esa administración y en medio de los litigios, el que fuera uno de los dos grandes clásicos de la televisión peruana se derrumbó financieramente. Los analistas decían entretanto que ni Delgado Parker ni los Schtuz son moralmente idóneos para manejar la estación. En ese marco, el superintendente tributario, Manuel Velarde, tomó el control, pues el canal le debe a su institución 117 millones de soles (unos 39 millones de dólares).
Hay también varios acreedores privados más, incluidos ex trabajadores despedidos irregularmente. Según esos ex trabajadores, la maniobra se dio tras un encuentro entre García y Delgado Parker, lo que alimenta las especulaciones sobre una acción acordada. Velarde dijo que la intervención durará unos seis meses, lapso en el que debería aclararse la propiedad del canal y establecerse las condiciones para el pago de deudas. Alberto Cabello, un ejecutivo de larga trayectoria en televisión, quedó entretanto al frente.