Nelson Ramos Paredes
Y a los medios. En efecto, son parte inseparable en cada intervención sabatina, en las cadenas diarias de TV, en los discursos para la desinformación, en los festejos locales hasta de pueblos pequeños, en la posesión de dignatarios, etc., etc.
Es pan del día la descalificación, el insulto y el desmentido de las noticias que considera le perjudican. Como no hay oportunidad de réplica, los ingenuos del pueblo llano le creen y le aplauden.
Así se alimenta su ego para sentirse muy popular y dueño de la verdad. A los que no aplaudimos y estamos a favor de la investigación de tantas denuncias de corrupción y narcotráfico, nos considera traidores, incompetentes, asalariados de potencias extranjeras, majaderos, idiotas, etc., y a los periodistas les califica con lo anterior y además como bestias salvajes, mafiosos y aniñados.
No hace mucho, un periodista le devolvió en algo su medicina diciéndole ignorante en relación con un tema; inmediatamente un fanático lector contradictorio dijo es una ofensa a la dignidad de Presidente.
Vale la redundancia, es una ignorancia no conocer que el significado se refiere a la incompetencia de tal o cual campo del conocimiento o experiencia como la economía o la política exterior por ejemplo. Además, para ser respetado tiene que respetar.
Es una vergüenza que él y su gobierno estén siendo investigados internacionalmente por relaciones con los narcotraficantes y terroristas. Internamente, igual por lo del círculo rosa cercano al Presidente y que conoce el Gran Hermano Fabricio, que por cierto poco a poco van apareciendo porque no se pueden controlar como el caso Octavio Villacreses acusado de ”sobarle la pierna” por Vicente Arroba…