Los usuarios que pagan el peaje reclaman porque en Cununyacu la vía es de adoquín. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Congestión vehicular en las horas pico, sobre todo en el peaje de Guangopolo; tramos construidos de adoquín que están en mal estado, desniveles en varios puntos de la vía asfaltada, inconvenientes con la iluminación en horas de la noche y un puente angosto que ya cumplió su vida útil en El Tingo son cinco inconvenientes que presenta la avenida Intervalles.
Esta arteria vial de 16,3 kilómetros, que conecta las parroquias de Alangasí (en Los Chillos) con el valle de Tumbaco, soporta una carga diaria de
6 000 vehículos. La primera dificultad se registra al ingresar desde la avenida Ilaló hacia el balneario de El Tingo.
Allí, una parte de los adoquines de la calle Eucaliptos se ha deteriorado y hay bloques desprendidos. Los conductores deben maniobrar para que sus carros no caigan en los huecos.
Alba Chuquimarca, vecina de El Tingo, señala que las piedras no resisten el paso del tiempo y la circulación de automotores. Los moradores dicen que una de las prioridades de la vía es reemplazar el puente de dos carriles que fue construido hace más de cinco décadas y es muy estrecho. Durante un fin de semana o los feriados, la circulación vehicular es intensa en ese punto.
A la altura del balneario de Cununyacu hasta la Ruta Viva hay un tramo adoquinado que registra desniveles y hundimientos. Los vehículos se movilizan despacio para que los neumáticos y suspensiones no se estropeen. Alberto López usa periódicamente esta avenida de dos carriles que fue construida en los años 90. Le preocupa que los usuarios pagan un peaje de 25 centavos, en el caso de los autos livianos, “pero esos recursos no se invierten en mejorar la infraestructura”.
Marco Guamantica, presidente del GAD de Guangopolo, una parroquia de 4 000 habitantes, señala que una obra urgente es la construcción de vías que conecten a las tres comunas de la localidad: Rumiloma, Sorialoma y La Toglla. Dice que los dirigentes mantendrán una reunión para analizar el tema de la vialidad y gestionar obras ante la Prefectura de Pichincha y la Municipalidad.
Guangopolo es parroquia de Quito y no cuenta con sistema de alcantarillado y agua potable. Pero desde hace 4 meses, el Municipio de Quito construyó las obras. Debido a la colocación de tubos, algunos tramos asfaltados de la Intervalles se dañaron y eso originó problemas en la movilidad. Los reclamos de los usuarios motivaron una respuesta del Gobierno provincial, a cargo de la vía. El 24 de mayo, la prefecta Paola Pabón suspendió durante 8 días el cobro del peaje hasta que el Cabildo repare las zanjas que se abrieron.
El director de Vialidad de la Prefectura, Edwin Herrera, señala que una de las condiciones para que el Municipio construya el alcantarillado es que entregue la vía en perfecto estado. Cuenta, sin embargo, que el contratista tuvo retrasos y pidió ampliar los plazos.
El funcionario dice que la Prefectura enviará un nuevo oficio porque, pese a que el Cabildo ya arregló la vía, aún se presentan desniveles por falta de compactación. De no hacerlo, indica, el Gobierno provincial intervendrá la obra y facturará los costos a la Alcaldía.
Herrera señala que la institución tiene un plan integral para rehabilitar la Intervalles y evitar las molestias a los usuarios. El 31 de julio, la Prefectura aprobó el presupuesto y la nueva planificación operativa para este año. En ella se contempla reemplazar el adoquín por asfalto en un tramo de 900 metros, de Cununyacu a la Ruta Viva. El costo de la inversión es de USD 347 000. En 60 días terminará el proceso de contratación pública y Herrera calcula que la obra se ejecutará hasta fines de año o los primeros días de enero.
En el plan vial también está previsto que se reubiquen las dos cabinas de peaje que funcionan en Guangopolo; se las trasladará dos kilómetros más adelante y se colocarán más cabinas para facilitar la circulación de los vehículos.
Además, desde septiembre se iniciarán las obras para ampliar el ancho de la Intervalles de 5 a 12 metros; la calzada medirá 7,20 metros y 5 metros serán para uso de bicicletas y peatones, explica Herrera.
Otro de los proyectos viales postergados es la repavimentación de la avenida Ilaló. La arteria no ha sido intervenida en los últimos años y registra serios daños y desniveles.
El Director de Vialidad del Gobierno de Pichincha sostiene que la vía será repavimentada desde el sector del Triángulo hacia El Tingo, en un tramo de 2,5 km, y desde El Tingo hacia la parroquia de la Merced, que mide 6,4 km.
En el plan de obras se incluye la repavimentación de la vía San Luis-Colibrí, a un costo de USD 4,6 millones, y la intervención en los cinco carriles de la Autopista General Rumiñahui, desde el Trébol hasta el peaje. Los recursos para estos proyectos alcanzan los USD 13 millones que provienen de un préstamo de la CAF y recursos propios de la Prefectura. Los trabajos en la vía San Luis-Colibrí empezarán en 60 días y en la Ilaló en enero próximo.