Redacción Deportes
Los clubes deportivos aún son vistos como un espacio de promoción política en el país. ¿Cómo entender este aspecto?
La falta de liderazgos en la política ha hecho que surjan representaciones deportivas con intereses corporativos, antes que grupales. Por eso, en los clubes se han sobrevalorado los esquemas de administración alejados de los valores que implica la práctica deportiva. Son esquemas pocos morales.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su trayectoria. Es catedrático universitario en jurisprudencia y comunicación política.Es analista de problemas sociales.
Su punto de vista. Los líderes aún ven a los clubes como una plataforma política. Esto ocurre porque la política no se ha inculcado como profesión en las universidades.
¿Por qué se repiten estos esquemas?
Las instituciones deportivas, sobre todo las del fútbol, son una reproducción de la ausencia de líderes. Las instituciones aún buscan al mesías, al salvador. Sin embargo, este caudillo les pasa factura en un corto o mediano plazo. En Manta, por ejemplo, ganó un alcalde que ha sido cuestionado y que ha dirigido clubes de fútbol. Esto evidencia que aún existe un discurso populista arraigado en otro tipo de actividades, como las deportivas.
¿Por qué los casos de políticos que se promocionan en los clubes o viceversa son una constante en los clubes?
En Ecuador, la política no es una práctica científica, realizada en función del servicio público. En la universidad, la política no se ha inculcado como profesión. Esto ha hecho que el caudillismo y el caciquismo se trasladen a otras actividades. Estos procedimientos se han repetido en los clubes. El ex presidente Abdalá Bucaram, por ejemplo, se sintió más exitoso cuando fue presidente de Barcelona.
¿Por qué, en algunos casos, esos líderes se mantienen en el poder?
Los líderes de instituciones deportivas reproducen esquemas de las esferas del estado. Luis Chiriboga, por ejemplo, marcó una ruptura regional al asumir la Presidencia de la Ecuafútbol. Pero cuando llegó al poder perfeccionó el esquema clientelar al incluir a clubes chicos. En algunos casos, los líderes actúan de forma mediática y artificial.
En Europa también han existido líderes políticos que han administrado clubes, pero de forma exitosa…
Existe una diferencia sustancial. En Europa, los clubes manejan el torneo local. Acá ocurre en gran medida al revés. El Campeonato es manejado por la Federación. Además, existe una visión empresarial de los dueños de los equipos. Liga ha marcado una ruptura porque ha entendido el fútbol como una empresa. En España, los clubes tienen empresas mercantiles, de responsabilidad social, de mejoramiento de los actores del fútbol.
¿Por que el fútbol es el espacio ideal para la promoción política?
La imagen del fútbol está arraigada en todo nivel social. Pero, el fútbol también es un negocio y eso no ha sido discutido con fuerza. La política siempre ha dependido del fútbol, antes que de un proceso político efectivo. Es por eso que a un presidente de un club exitoso le resulta difícil rechazar la invitación de un partido político.
¿Existe una contradicción de intereses entre el político y la institución deportiva?
La cuestión de fondo es que una persona llega a un cargo político política sin el conocimiento adecuado de las actividades públicas. La administración del Estado es distinta a la actividad individual. La política es un proceso interminable de mejoramiento, crecimiento económico, superación cultural e incorporación al mundo globalizado. Pero esto no es entendido así. Es visto como un proceso corporativo de interés personal.
La vinculación del personaje político y el presidente de un club se ha vuelto común en la percepción de la gente. ¿Por qué?
Esto ocurre porque el proceso de reeducación del pueblo no le interesa a ninguno de los gobernantes. Aquí, el éxito está marcado por una visión individual. Pero el problema no es individual.
¿En qué ámbitos de la sociedad se debe discutir este aspecto?
En todos los ámbitos. Pero la mayor responsabilidad recae en los actores directos como las instituciones deportivas. En Europa, por ejemplo, el fútbol pasó de ser un fenómeno y es entendido como un hecho histórico. El fútbol es tan importante como la política, pero lamentablemente ambos no son tratados como cosas diferentes. Pero la política y el deporte siempre necesitarán un mejor trato.