La toma de posesión de la nueva ministra de Trabajo de Brasil fue suspendida este lunes 8 de enero del 2018 por la justicia en base a una acción popular en su contra por haber tenido a su servicio como diputada a dos conductores a los que aparentemente nunca contrató formalmente.
El gobierno conservador de Michel Temer rápidamente tomó cartas en el asunto y activó la Abogacía General de la Unión (AGU, que representa al Estado) para revocar esa decisión, que podría impedir que la ministra designada Cristiane Brasil asumiera el cargo el martes.
La AGU “ya prepara un recurso contra la cautelar que suspende la asunción de Cristiane Brasil en el cargo de ministra de Trabajo”, confirmó a la AFP la asesoría de comunicación del organismo, sin dar más detalles.
Brasil fue nombrada por Temer el pasado 3 enero. Poco después, Globo Televisión sacó a la luz la infracción laboral cometida por la diputada, por la que fue condenada en 2016 a indemnizar a uno de los choferes, que además aseguró trabajar más de 15 horas seguidas.
La noticia generó un escándalo, pero el gobierno de Temer cerró filas en torno a Brasil.
Leonardo da Costa Couceiro, el juez de Rio de Janeiro que tomó la decisión, la justificó por el “flagrante irrespeto a la Constitución en cuestiones de moralidad administrativa cuando se pretende nombrar para un cargo de esa magnitud a una persona que ya había sido condenada en reclamaciones laborales”.
Brasil, de 44 años, es hija de Roberto Jefferson, un exdiputado envuelto en varios casos de corrupción y condenado por el llamado “mensalao”, el desvío de dinero público para sobornar a parlamentarios a cambio de apoyo a iniciativas del expresidente Luis Inácio Lula da Silva (2003-2010). Al colaborar con la justicia por el sistema de delación premiada, su pena se vio reducida.
El nombramiento de la diputada se enmarca en la crisis de gabinete que está sufriendo actualmente Temer, varios de cuyos ministros renunciaron para presentarse como candidatos en las elecciones legislativas de octubre próximo.