Con ese proyecto se podrá abastecer de agua potable a 90 000 habitantes y prestar servicios de tratamiento de aguas residuales a unos 22 500 personas. Foto: Cortesía del Municipio de Portoviejo
En Portoviejo se firmó un convenio entre el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Municipio para financiar el segundo tramo del proyecto de redes de agua potable y alcantarillado para la zona rural de este cantón de Manabí.
El proyecto busca abastecer de esos servicios básicos a las siete parroquias rurales y la parroquia urbana Colón. Para lograrlo, el Municipio manabita realizó un crédito con varios organismos internacionales.
El primer préstamo se firmó en Washington (Estados Unidos) en noviembre del 2019 con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El monto obtenido fue de USD 27,5 millones.
Este 1 de diciembre del 2020 se firmó el segundo crédito con el BEI por USD 59,8 millones. Se tiene previsto que este mes se obtenga otro crédito de USD 17 millones con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Con ese proyecto, Portoaguas podrá abastecer de agua potable a 90 000 habitantes y prestar servicios de tratamiento de aguas residuales a unos 22 500. Para eso, se construirá un nuevo sistema de abastecimiento de agua para las parroquias Crucita, San Plácido, Chirijos, Alhajuela, Abdón Calderón, Pueblo Nuevo y Río Chico, que tendrá una vida útil hasta el 2050.
Según el Municipio, la obra también incluye una estructura de captación de agua en el embalse de Poza Honda y una planta de tratamiento, que llevará el agua a la zona rural por medio de una red de conducción de 49 kilómetros y nueve tanques de reserva.
Además, el BEI financiará seis nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales que evitarán la contaminación en los ríos del cantón.
En Colón, el proyecto incluye la construcción de una estación de bombeo en la planta de tratamiento de agua de Cuatro Esquinas, redes de alcantarillado sanitario y una planta de tratamiento de aguas residuales asociada. El préstamo del BEI también financiará la colocación de redes de drenaje pluvial en ocho parroquias rurales, con el fin de evitar el desbordamiento y la acumulación de aguas pluviales.
El alcalde Agustín Casanova señaló – en una rueda de prensa- que fue un reto conseguir los recursos para financiar esa obra. Incluso, tuvo críticas a su gestión porque aún se debían hacer obras en la ciudad y era un monto alto llevar agua potable a la zona rural.
El embajador de la Unión Europea, Charles-Michel Geurts, dijo en la firma del contrato que el Ministerio de Finanzas de Ecuador es garante del crédito. “Para la Unión Europea el acceso de agua potable y saneamiento es un derecho humano, así como la vivienda, la educación y la salud”.