Las personas infectadas de covid-19 en Ecuador acuden a hospitales públicos y del Seguro Social para buscar espacio en una Unidad de Cuidados Intensivos. Foto: Lineida Castillo/ EL COMERCIO
La familia de Alexis Ponce, defensor de derechos humanos y fundador de la Asociación Nacional de Pacientes y Familias Vulnerables del Ecuador, ha enfrentado un golpe fuerte en las últimas semanas. Tres de sus integrantes se enfermaron gravemente producto del SARS-CoV-2, causante de covid-19, por lo que necesitaron una cama en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Conseguir un espacio fue complejo por la saturación hospitalaria en Quito. La ciudad encabeza el número de casos confirmados de covid-19 en el país.
Hasta el martes 20 de abril del 2021 hubo 116 434 infectados. Representa el 32,2% de 361 154 contagiados en el país, según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Allí, la ocupación de camas en las unidades de cuidados intensivos es del 100% en los tres hospitales más grandes: Eugenio Espejo, Andrade Marín y Quito Sur -los dos últimos del Seguro Social-.
Ponce cuenta que sus tíos Liliana, de 72 años, Rodrigo, de 67, y Patricio, de 73, se contagiaron de coronavirus semanas atrás. Los síntomas fueron intensos, por lo que ingresaron a casas de salud del Seguro Social, ya que son jubilados.
Sin embargo, su condición se agravó y necesitaron una cama en UCI. Sus dos primeros tíos lograron encontrar un espacio en una clínica privada. Días después de su ingreso fallecieron.
Mientras que su tío Patricio aún sigue en la lucha contra la enfermedad y en búsqueda de un sitio en terapia intensiva. “Es una obligación del Estado y del Seguro Social dar la UCI a un pensionista que les aportó toda la vida“, señala uno de los familiares.
El problema no solo se centra en la falta de camas sino de medicinas para los pacientes infectados de coronavirus. Alexis cuenta que los médicos les pidieron que compren unas ampollas para realizar el procedimiento de la ventilación mecánica de su tío Patricio. Lo hicieron, pero no las encontraron.
“Es deber del Estado y del IESS -con nuestros aportes– dotar de camas en UCI, medicinas e insumos para salvar vidas”, comenta.
El problema de los fármacos es una constante en las casas de salud del Seguro Social. Mauricio Zúñiga, radiodifusor y paciente trasplantado, comentó en su cuenta de Twitter que aún no han recibido respuestas sobre sus fármacos. “Estamos rogando, casi mendigando que nos provean de medicinas. Ponen en riesgo nuestra salud y vida”.
El viernes 16 de abril del 2021, pacientes oncológicos hicieron un plantón para exigir la dotación de las fórmulas necesarias para continuar con sus quimioterapias.
Hasta el 26 de marzo del 2021, las unidades médicas del IESS Pichincha registraban un abastecimiento de entre 38 y 75%.
¿Y la vacunación anticovid-19 para quienes tienen males catastróficos y discapacidad?
Alexis Ponce además muestra su preocupación ante la falta de inmunización contra covid-19 a personas que tienen enfermedades catastróficas y raras y con discapacidad.
El miércoles 7 de abril difundieron una carta en la que se recuerda la importancia de inocular a estos grupos de la población. Y piden que se les vacune urgentemente. Además, solicitaron que se declare la “emergencia nacional de salud” debido a las complicaciones producto de la pandemia.
En la fase uno del Plan Vacunarse se espera inocular a personas con diabetes, insuficiencia renal, tuberculosis, enfermedades respiratorias crónicas, EPOC, cáncer, VIH y trasplantados. Además, está el trabajador sanitario, policías, docentes y demás. En total serán dos millones de ciudadanos.
Hasta el lunes 19 de abril del 2021 se han aplicado 577 711 dosis -entre primeras y segundas administraciones-, según la página Plan Vacunarse.