Redacción Guayaquil
Tras el Ministerio del Litoral, en el sector de La Kennedy, en el norte de Guayaquil, junto a un pequeño parque está una casa amarilla de tres pisos. Allí está el ‘cuartel general’ del equipo que produce las series de televisión ‘Vivos’ y ‘La pareja feliz’.
El ir y venir de actores, técnicos, equipo de producción es constante. En el segundo piso hay una amplia habitación destinada al maquillaje. La creación de los personajes que David Reinoso interpreta requiere largas sesiones de hasta dos horas.
El de ‘Papaíto Correa’ es uno de los más cuidados. Iluminado con focos de luz blanca y frente a dos grandes espejos y otros tantos pequeños, Reinoso inicia su transformación. Recortes de periódicos y revistas con la imagen del presidente Correa sirven de modelo para la personificación.
Reinoso (Guayaquil, 1972) cuenta que cuando se hacen parodias se buscan cosas interesantes de los elegidos. El caso de los políticos es delicado, porque a veces pueden ser personajes que la gente rechaza, pero que con la imitación su imagen se ablanda o pasa lo contrario.
“También se aprovecha de eso para decir lo que pasa, de pronto no denunciar, pero sí hacer crítica cuando algo no le conviene al país. Siempre hemos tenido claro que los mensajes llegan mejor con humor, tanto a la gente como a la persona que está haciendo algo malo. Uno le pone su dosis, da características a los personajes. No hay que olvidar que esto es un show y tenemos que ponerle a ese personaje nuestro lado televisivo”.
En el caso de los hermanos Correa, Reinoso dice que cada semana dan material para el programa. “El país es así, es rico en esas cosas, hay acontecimientos y hay contradicciones”.
León Espinosa, profesor de Comunicación de la Universidad Católica de Quito, señala que el humor y la ironía son elementos eficaces para tratar de cuestionar el poder. Pero deben manejarse de una forma tan sutil, delicada y marcada para evitar el desgaste.
El docente considera que, en cierta forma, hay un desgaste en el programa ‘Vivos’. “Si bien, ha desacralizado la relación con el poder, a ratos se reproducen los mismos esquemas. En el caso de los hermanos Correa, la relación conflictiva y resquebrajada ha servido como un elemento de humor. Eso da cuenta de que no hay mucha creatividad sino que, simplemente, recogen los elementos que están ahí presentes y no se les procesa de manera sumamente transformadora”.
Al referirse a la representación de León Febres Cordero, quien falleció hace un año, Espinosa es más crítico. Cuando murió Febres Cordero, aparentemente debía acabar ese personaje porque terminaba la crítica.
“Pero seguro existe una intencionalidad política al recoger a León de una manera celestial. Está en el cielo y solamente cuestiona y ve desde arriba con un tono angelical”. Espinosa señala que “antes había una crítica al ejercicio del poder, con sus frases, con su lenguaje y la forma de hacer política. Como que esa ruptura ya no tiene sentido y ha perdido el tono irónico de la representación”.
Espinosa sostiene que seguirán vigentes estos programas porque seguirán vigentes estos escenarios y personajes políticos en el país. “En su época fue Evaristo. Han aparecido otros elementos que también tratan de hacer esta crítica, pero no han tenido tanta contundencia, digamos que en su punto más alto ‘Vivos’ logró cautivar a una audiencia, pero ha ido decayendo”. Sin embargo, dice que de hecho se necesita este tipo de programas porque el humor refresca y sirve de catarsis para la sociedad, en cualquier dimensión.
Reinoso afirma que mantendrán su política de imparcialidad . “A pesar del momento que estamos atravesando en Teleamazonas, obviamente, nosotros no podemos, ni tampoco el canal nos pide, hacer algo como una especie de persecución. Se respeta eso. Obviamente estamos del lado de nuestro canal.
También defendemos ese derecho a trabajar, ese derecho a expresar. No queremos que suceda lo que sucede en otros países”.