El conductor de la Caravana Climática festejó su cumpleaños en Lima

Su casa rodante continúa retenida en los patios de la aduana de Guayaquil, pero Cristian Rosendalh Guerrero decidió viajar a Lima el martes, para festejar su cumpleaños en la Marcha Mundial en Defensa de la Madre Tierra, juntándose con los compañeros con quienes emprendió un largo viaje en marzo pasado, como una forma de llevar por nueve países un mensaje para proteger el planeta frente al cambio climático.

Su idea de llegar a la capital peruana por tierra, para participar en las actividades de la Cumbre de los Pueblos, paralela a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 20.

Él no pudo cumplir la recta final del viaje, que se inició en Sonora, en el norte de México, porque las autoridades ecuatorianas arguyeron un presunto mal uso de la Declaración Juramentada de Turista y retuvieron el vehículo. Según el testimonio de Ana Segarra, quien viajaba con Rosendalh en el momento de la detención, las autoridades decidieron que la casa rodante no sería transportada en una grúa a las bodegas de Aduana, en Guayaquil, si no que su propietario debía conducirlo.

Los Yasunidos, que eran parte de la Caravana Climática, llegaron el 5 de diciembre del 2014 por la noche, a Lima. Pero Rosendalh debió quedarse en Ecuador, resolviendo los problemas legales. Relata que el día que sus compañeros llegaron a Perú, él recibió cinco acusaciones por supuestas contravenciones durante su viaje. Contaba con cinco días laborables para responderlas.

Julián Pérez Rodríguez, del comité de Derechos Humanos, en Guayaquil, es su representante legal y es quien está a cargo del procedimiento. Rosendalh pudo recuperar el lunes 8 de diciembre su motocicleta y otros objetos que estaban dentro de su vehículo.

Afirma que pudo constatar que tiene varios daños físicos y que pedirá por la vía legal que sean reparados. Espera que el lunes 15 de diciembre le asignen una fecha para la audiencia y continuar con el proceso para recuperar su vehículo. “Pondremos una contrademanda, por temas de procedimientos y derechos”, dijo.

Pero mientras eso se resolvía, decidió llegar a Lima y compartir los últimos días de la Cumbre y de la COP 20 con sus amigos. “Venir y estar con mi equipo el día de mi cumpleaños era una necesidad personal y completar el proyecto de la Caravana Climática. Vine también a despedirnos porque ya de aquí cada quien irá a su lugar”.

Rosendalh es quiteño pero emigró a Estados Unidos desde pequeño. Los últimos ocho de sus 39 años los ha vivido entre Oaxaca y México DF. Tiene previsto volver cuando resuelva sus problemas legales en Ecuador. La tarde de este viernes 12 de diciembre tiene previsto viajar a Guayaquil, para recuperar su vehículo que ha sido su hogar en los últimos meses.