En Santo Domingo existen 45 galleras solo en el área urbana. Cada fin de semana acuden, en promedio, unas 200 personas a cada pelea.
Era entendible que en la provincia el No se imponga en la pregunta que trataba sobre los espectáculos públicos donde se mata animales. Mucha gente vive y se entretiene con las peleas de gallos. Incluso conozco personas que viven exclusivamente de esta actividad, no se dedican a ninguna otra actividad.
Es difícil que esta tradición se elimine. Yo la he mantenido desde 1983.
Ese año abrí mi gallera Pico de Águila. Entonces solo era un corral de caña guadúa, sobre una cancha de vóley.
Con el tiempo y con el interés de las personas tuve que ampliarla. Ahora es de tabla y tiene techo de zinc para evitar que se mojen las personas, es una de las más populares.
No es la primera vez que se quieren oponer a la pelea de gallos. Casi todos los intendentes han puesto reparos, por distintos motivos. Uno incluso me dijo que debía cerrar la gallera porque está en una curva, en la vía Santo Domingo–Quito, y que era un peligro para las personas que acudían. Nos dijo que un vehículo podía impactar la gallera.
Le pedí a la autoridad que verificara la zona, pues mi negocio no está en la curva, pero nunca vino. Otro en cambio me clausuró porque un día vino con dos gallos para pelearlos pero como hubo demasiadas peleas no pudo entrar. Entonces cerró la gallera por unos días.
Nosotros, al igual que cualquier otro negocio, pagamos un certificado de funcionamiento, patente municipal, impuestos al Servicio de Rentas Internas, permiso de sanidad, entre otros.
A mis 69 años creo que la gallera ya me ha dado todo lo que podía. Las tablas están viejas y no tengo dinero para rehabilitarlas. Hace poco crié 11 gallos de pelea y todos se murieron.
Todavía no he podido recuperar la inversión y con la proliferación de galleras más pequeñas, mi economía está en riesgo. Antes de la consulta yo pensaba que si ganaba la tesis del Gobierno iba a cerrar la gallera y dedicarme a otra cosa. Ahora, con los resultados, voy a pensar qué hacer con el negocio.