En el reciente debate sobre las reformas electorales hay un tema que ha empezado a discutirse y a tomar fuerza dentro de la Comisión de Justicia de la Asamblea. Es el denominado ‘voto en plancha’, que pudiera ser propuesto como el mecanismo de elección de los asambleístas y demás candidaturas pluripersonales en los comicios de enero del 2013.
Legisladores y expertos electorales consultados por este Diario han expresado sus diferentes posiciones sobre el tema. Hay quienes consideran que una votación por listas cerradas (plancha) sería lo más sano para fortalecer un sistema de partidos. Pero otros sostienen que el ciudadano debe decidir no por un membrete político, sino por los candidatos que gozan de su confianza.
Antes de 1997 estaba vigente el ‘voto en plancha’ o lista cerrada, que consistía en que el ciudadano daba su apoyo a los candidatos de un solo partido. Sin embargo, en la consulta popular de 1997, planteada por Fabián Alarcón, los votantes decidieron que la elección de dignidades pluripersonales (diputados o ediles) se realice escogiendo candidatos de entre varias listas.
“Es la peor modalidad para elegir legisladores”, dice el analista político Simón Pachano, quien analiza que con este mecanismo vigente (voto entre listas) el sufragante puede moverse desde la extrema derecha a la extrema izquierda. “El voto se fragmenta y el elector no da un mandato claro a su elegido”.
Para el politólogo, el mecanismo más idóneo para la expresión del apoyo sería la votación por listas cerradas (en plancha).
La legisladora María Paula Romo también avala la votación en plancha. Asegura que en la práctica el 80% de los ciudadanos expresa su apoyo a un movimiento o partido, y que el otro 20% apuntala a diferentes candidatos, sin importar su orientación política.
No obstante, analiza los pros y los contras de los dos mecanismos. Así, los perjuicios de tener listas abiertas es que se desarrolla el canibalismo político dentro de los propios partidos. Esto, porque las campañas se concentran en las personas más que en las propuestas programáticas.
El asambleísta Andrés Roche (Madera de Guerrero), considera que si bien él planteó una reforma electoral, A. País ha desvirtuado su naturaleza y ha incluido puntos que beneficiarían al oficialismo. En su caso, él apoya el voto entre listas, ya que considera que de esta forma el ciudadano tiene la posibilidad de votar por los cuadros de su preferencia y no solo de un partido.
A su juicio, un voto en plancha sería perjudicial pues el ‘caciquismo’ de los partidos impondría una figura política antes que verdaderas propuestas.
Medardo Oleas, ex vicepresidente del Tribunal Electoral, asegura que da lo mismo utilizar el voto en plancha o el voto entre listas, pues estos métodos funcionan solo si hay un sistema con sustento ideológico. “En Ecuador hay un sistema caudillista, que refleja la ambición de los líderes para llegar al poder”.
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