El cuadro evoca el descendimiento de la cruz de Cristo. Solo que en lugar de Jesús, está l a Eloy Alfaro, cubierto con una bandera del Ecuador. La pintura está en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (Portoviejo).
“Esa imagen no tiene nada que ver con la verdad”, dijo el historiador Enrique Ayala Mora el viernes por la noche. Él fue invitado para hablar sobre el ‘crimen de Estado’ del Viejo Luchador, en esa ciudad, donde hubo dos días de reflexiones académicas.
Cuando Ayala miró el cuadro dijo: “A Cristo pudieron bajarlo de la cruz y amortajarlo. A Alfaro lo destrozaron, no quedó un miembro. En El Ejido se quemó su tórax y su cráneo”. Fue un acto de barbarie que debe analizarse con base a los hechos.
Ayala Mora dice que el asesinato de Alfaro fue planificado. Los banqueros y comerciantes no le perdonaron haber creado un ente para que el Gobierno controlara el cobro de impuestos. Y que haya sacado a grupos de poder desde las aduanas.
También aseguró que en 1912, Alfaro, pese a ser el más grande líder del Ecuador, había perdido popularidad. El ferrocarril causó el rechazo de la población porque encareció la leña y por ende el costo de la vida.