Los ciudadanos venezolanos dijeron estar preocupados por los procesos que tramitan en la Embajada de Venezuela, tras la decisión de Ecuador de expulsar a la embajadora Carol Delgado. Foto: Mario Alexis González/ EL COMERCIO
Tomás Vera tiene cinco días esperando afuera de la Embajada de Venezuela, en el norte de Quito. Tras dos meses y medio de probar suerte en Ecuador, el ciudadano venezolano quiere regresar a su país. La delegación diplomática le concedió un pasaje para volar a Caracas el próximo viernes 19 de octubre del 2018, pero está preocupado porque ese vuelo humanitario podría cancelarse.
Él es un militar retirado y cuenta que fue a Manta a trabajar en construcción. Pero, luego de dos meses y medio no recibió ningún pago del contratista y su estadía se hizo insostenible. Se presentó en la Embajada y explicó su situación. Le concedieron un pase para el vuelo humanitario.
Vera y seis ciudadanos venezolanos más están afuera de la delegación diplomática, la tarde de este jueves 18 de octubre del 2018. Por los medios de comunicación se enteraron que el Gobierno ecuatoriano decidió expulsar a la embajadora Carol Delgado del país, como respuesta a las declaraciones ofensivas que vertiera el ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, en contra del presidente de Ecuador, Lenín Moreno.
Al igual que Vera, Carlos García, de 32 años, también espera abordar ese vuelo. Su maleta está encargada en la Embajada y nadie les ha dicho nada sobre si la expulsión de la representante diplomática tendrá algún tipo de repercusión en la repatriación diplomática de migrantes. “Estas peleas diplomáticas nos terminan afectando a nosotros”, dice.
García llegó a Perú hace cerca de un año pero hace dos meses de quedó sin trabajo y decidió venir a Ecuador a ver si le iba mejor. “Yo me voy porque no tengo trabajo, si lo consigo me quedo. Pero así no me puedo quedar”, asegura. Lleva dos semanas durmiendo en albergues.
José y Yamit León, en cambio, asistieron en búsqueda de renovar su pasaporte para alargar su estadía en Ecuador. A su llegada el guardia del edificio en el que funciona la Embajada les anuncia que desde el pasado 1 de octubre, la atención de servicios consulares está disponible solo hasta las 12:30. Pero su preocupación es la misma. “Sin Embajadora qué pasa con nuestros trámites“, se pregunta José, el mayor de la pareja de hermanos, originarios de Barinas.
La embajadora Carol Delgado salió de la delegación diplomática cerca del mediodía, al igual que el resto de los servidores de las oficinas de la Embajada y el Consulado. El resto de trabajadores volvieron a las 14:00, luego de su horario de almuerzo, y dijeron que no habrá atención “ni para los medios ni para nadie”. La embajadora no ha regresado hasta las 14:15.
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