Cumplimos nuestros 90 años hoy ante la Corte que Correa llama “la más corrupta del país”. Ese era el titular que, hasta las 16:00 de ayer, ocupaba la portada de la edición de hoy de El Universo.
Al igual que el día de su aniversario, el rotativo guayaquileño circuló por primera vez un viernes 16 de septiembre en 1921. Sin embargo, el titular más grande la portada era ‘La carretera de Loja a Jambelí’. Fue una edición de ocho páginas, impresa en una rotoplana Scott con capacidad de 400 ejemplares por hora. No había fotografías en la primera página, solo seis columnas llenas de pequeñas letras negras.
En su primera década, el diario cambió tres veces de rotativa y en dos ocasiones de sede. El 1 de noviembre de 1925 hizo su primera manifestación por la libertad de prensa con una autoclausura por 24 horas. Eran tiempos de la dictadura militar.
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Ahora la empresa periodística enfrenta una demanda penal que interpuso el presidente Rafael Correa. Ayer en la tarde, las teclas de los computadores sonaban apuradas en la redacción. Los periodistas terminaban los temas de la edición de aniversario para luego asistir al plantón número 11 por la libertad de expresión, convocado en el centro de Guayaquil.
Mientras los directivos Carlos, César y Nicolás Pérez estaban reunidos, a puerta cerrada, con sus defensores en el litigio por presunta injuria calumniosa. La sala de Directorio fue el escenario de la conversación. Desde retratos, los directores pasados del rotativo guayaquileño también asistían a la estratégica tertulia.
El director y fundador de El Universo fue Ismael Pérez Pazmiño. Con el pasar de las décadas, la dirección pasó por las manos de Ismael, Sucre y Francisco Pérez Castro. En 1976 asumió la dirección el periodista Carlos Pérez Perasso, padre de los directivos actuales. Parte de sus cenizas están bajo un árbol, en la sede del diario, en la avenida Domingo Comín, en el sur.
En las instalaciones, los trabajadores ayer vestían con camisetas negras. En la recepción estaba Lupita Pesantes, de sus 32 años en el diario recuerda cuando los actuales directivos eran unos niños que visitaban a papá. “Estamos contentos por los 90 años, tengo fe de que no vamos a llegar a mayores, no quiero ser negativa”. A ella le preocupa la estabilidad del medio porque en cuatro años espera jubilarse. Los directivos fueron sentenciados a tres años de prisión y al pago de USD 40 millones de indemnización al presidente Correa.
Había un cartel bajo el título ‘escribe aquí tu felicitación al diario por estos 90 años, y por 90 años más’.
Cecilia López, trabajadora del rotativo hace 22 años, caminaba junto a las decenas de firmas. ‘Yo decido qué leo, qué digo, qué estudio, qué veo’, decía en su camiseta con letras rojas. “Siento pena. Este aniversario es como cuando uno cumple años y se le ha muerto un familiar”, contó.
En arte, Tomás Oleas trabajaba una ilustración para la portada. Con su diseño anunciaba cinco fascículos que circularán por su aniversario. Para él la audiencia de hoy “es con dedicatoria, como para intentar aguar la fiesta”.