Nicolás Kingman, político, escritor y periodista
¿Ve amenazada la libertad de expresión en el Ecuador?
Cómo no. Ahí está la famosa ley mordaza que están tramitando en la Asamblea. Este señor Correa cuando llegó al poder inició juicio penal contra La Hora por haberle hecho algún comentario insignificante. Esta Ley de Comunicación va a ser tremenda.
¿El presidente Rafael Correa es un socialista?
No creo. Es un populista.
¿Qué es y que debe ser la prensa frente al poder?
Creo que el Diario La Tierra fue clausurado por una de las dictaduras militares, pero ahora es un atentado permanente hablar casi todos los sábados contra la prensa y todo eso no se ha dado en el país, ni con Velasco Ibarra.
¿Por qué al poder le molestan las críticas?Lo único que pretenden es que les elogien. Hay una crítica y entonces se ponen indignados contra la prensa y quieren atentar contra su libertad. Esto no ha ocurrido como ahora en el país. Sí ha habido actitudes de algunos gobernantes en contra de la prensa pero no al límite al que se está llegando. Quieren atentar contra la libertad de expresión como nunca antes ha ocurrido.
¿Qué destino tiene esto?
Lo que entiendo es que es vanidad que no permite la menor critica. Eso debe ser, una egolatría fenomenal, basta oír al hermano con sus gigantescos contratos.
¿De dónde sale su vocación por el arte?
Tal vez era la influencia de mi madre, que era una gran lectora. Yo me acuerdo que una de las cosas más interesantes que aprendí siendo muy niño fue ‘Los Hermanos Karamazov’.
¿Cómo llegó donde grandes escritores?
Nos trasladamos a vivir a Guayaquil y tuve la suerte de que Enrique Gil Gilbert sea mi profesor de Literatura que me conectó con los cinco de la fama, el Grupo de Guayaquil.
¿Una oportunidad de oro?
Sí fue una maravilla, porque yo iba a la buhardilla de Joaquín Gallegos Lara casi todas las tardes a oírlos, porque todos eran de extrema izquierda.
¿Estas vivencias cuánto forman?
Uno se va primero apasionando por el arte, la literatura y la política también. Yo fui parte de una huelga estudiantil, la primera que hubo en el Ecuador, la del Colegio Vicente Rocafuerte para librarnos de un rector y logramos tomarnos el Colegio, rodeados por la Policía.
¿Desde cuándo escribe Nicolás Kingman?
Un primer cuento fue ‘El Carbonero’. Lo publicaron en diario El Telégrafo.
¿Cuántas obras tiene escritas y publicadas?
Tengo dos novelinas, las llamo yo, porque no creo que sean novelas, y un libro de cuentos
¿Cómo llega a incursionar en la política?
Yo trabajé en el Oriente en la primera compañía petrolera que vino al Ecuador, la Shell.Me nombraron inspector. Tenía que controlar si estaban o no trabajando, pero el tratamiento que daba la compañía era tremendo: una comida espantosa, unos salarios bajísimos y se me ocurrió organizar un sindicato. Ahí coincidió una cosa que fue como una lotería para mi: convocan a la Asamblea Nacional de 1944, La Gloriosa, y los trabajadores dicen hagámoslo diputado a nuestro dirigente y así me eligieron por el Partido Socialista.
¿Su paso por Guayaquil y confrontaciones con Assad Bucaram?
Tuve una gran amistad con Carlos Guevara Moreno.
¿Cómo surge esa amistad?
Teníamos con Eduardo, mi hermano, la primera galería Caspicara. Allá iban intelectuales, políticos y en una de esas ocasiones me hice amigo de Carlos Guevara. Él regresó a Guayaquil a formar el CFP y empezó a convencerme que me traslade a Guayaquil. Me fui a vivir allá trabajé mucho por el CFP que tenía una gran popularidad y ahí estaba el turco Bucaram que también participaba muy activo.
¿Terminaron distanciados Carlos Guevara Moreno y Assad Bucaram?
Sí terminaron peleando. Pese a que era medio jorobado, realmente qué actividad de este Assad Bucaram. Guevara también ya estaba en decadencia.
¿Hubo empatía con Carlos Julio Arosemena?
Cuando llegó a la Presidencia fue una cosa sorpresiva cuando me mandó a llamar y era para ofrecerme el cargo de visitador de la administración
¿Tenía una de las grandes bibliotecas del país?
La biblioteca de Carlos Julio era fenomenal.
¿Cómo se lo puede definir ideológicamente?
Un progresista.
¿Qué ha significado para usted la música y el tango?
Cuando había conseguido una entrada gratuita a la galería del Teatro Sucre y lo esperábamos a Carlitos Gardel, vino la noticia del accidente aéreo y su muerte en Colombia. Me ha encantado el tango, que tiene esa cosa hermosa de relatar una historia.
¿A los 92 años, qué es lo que más le impacta?
La soledad. No es que mis hijos no estén conmigo, están casi todos los días. Son tan bondadosos, pero de pronto no los veo y me siento muy triste… Por ello concluyamos ahora la entrevista, muchas gracias.