La UNE terminó contra las cuerdas

La imagen del bloqueo. Llantas quemadas, banderas rojas, canciones de izquierda... Esta foto, de 1999, ilustra 31 años de paros. Foto: Archivo/EL COMERCIO

La imagen del bloqueo. Llantas quemadas, banderas rojas, canciones de izquierda... Esta foto, de 1999, ilustra 31 años de paros. Foto: Archivo/EL COMERCIO

Ingresa de prisa al edificio de la Unión Nacional de Educadores (UNE), en la av. 10 de Agosto y calle Ascázubi. Son más de las 13:30. Mariana Pallasco, a diferencia de sus antecesores, no cuenta con la comisión de servicios con sueldo para ejercer su rol de presidenta del gremio.

Por eso, esta maestra de 35 años de edad, con 13 en el magisterio, prefiere dar entrevistas luego de concluir su jornada de profesora de inglés, en el colegio menor de la Universidad Central (Quito). Además, evita citar a la prensa en el lugar en el que da clases.

Estas son algunas de las restricciones que afronta hoy, el sindicato que más presión ha ejercido en el país, con paralizaciones de clases de hasta tres meses.

El actual Régimen, según los dirigentes de la UNE, los ha golpeado desde distintos frentes. Uno de los primeros impactos llegó a través de la circular 082 del 19 de agosto de 2009. El entonces ministro de Educación, Raúl Vallejo, dispuso que a partir de ese mes no se les descontara, vía rol de pagos, los aportes para el gremio.

Su argumento fue que el estatuto de la UNE determinaba que los docentes no están obligados a afiliarse; era un acto voluntario.

Eso hizo que la dirigencia impulsara la campaña ‘Soy maestro, soy de la UNE’, consiguiendo que 50 000 de 120 000 maestros, que dicen integrar el gremio porque no se han desafiliado, aceptaran el débito de hasta USD 4 de sus cuentas bancarias cada mes.

En mayo del 2011, el Ministerio decidió no descontar vía rol de pagos el aporte para el Fondo de Cesantía del Magisterio, que tiene 21 años de vida y administra USD 400 millones, de 143 000 cuentas de maestros. Según un vocero, fue el único fondo de 91existentes que afrontó esta decisión que asumen como política.

Pero ha habido más muestras de que el Gobierno quería “rescatar a la educación del poder de un grupo gremial y político como es la UNE- MPD”, como sostuvo Vallejo, en esa época. Este Diario intentó conversar con el ahora Embajador en Colombia, pero no fue posible porque estaba de viaje.

“La dirigencia no entiende. Una revolución educativa implica descorporativizar al sector y dejar el discurso sindicalista”, decía Vallejo y la UNE exigió su cabeza.

Pero los asambleístas del MPD no lograron ni siquiera que Vallejo enfrentara un juicio político. Tampoco su sucesora, la actual ministra, Gloria Vidal. Esto pese a que impulsaron la Ley Orgánica de Educación Intercultural Bilingüe, aprobada en enero del 2011, trajo varias prohibiciones.

No permite el uso de las instituciones educativas para fines político partidistas ni que se obligue a estudiantes y padres a participar en actos de proselitismo, recuerda Gastón Gagliardo, asambleísta de Alianza País. Tampoco admite promover la paralización del servicio educativo, ya que eso se sanciona con destitución del cargo.

“Se les acabaron los argumentos, este Gobierno ha invertido en uniformes, útiles, infraestructura educativa”, dice Gagliardo.

Por ello, la última paralización duró 22 días y terminó el 7 de octubre de 2009. El vicepresidente Lenín Moreno firmó un acuerdo con la ex presidenta de la UNE, Mery Zamora. Este incluyó el archivo de 2 657 sumarios administrativos contra maestros que no aceptaron ser evaluados.

Para Alfredo Vera, ministro de Educación en el gobierno de Rodrigo Borja, la UNE vive un declive, producto de sus prácticas que ya no tienen eco en los padres. “Antes los chantajeaban para que los secunden en paros, por aspiraciones salariales...”.

Vera critica que el gremio de los maestros del país haya desarrollado 17 paros en tres años, que duró su gestión. “El actual Gobierno (del que él formó parte) ha tenido mano dura con la UNE”, admite.

Pero pide tomar en cuenta que quizá“la dirigencia saturó la paciencia de la gente. Con razones o no, los profesores no debieron promover estas medidas que perjudicaron a los niños y jóvenes”.

Sin embargo, Pallasco recuerda que la condición de los maestros en el país siempre ha sido precaria. “Por eso la lucha fue por mejores condiciones de vida”.

Hasta antes de la Ley de Educación Intercultural, un docente ingresaba al magisterio con menos de USD 300. “Los sindicatos sirven para confrontar al patrono. Nunca hemos estado al frente del Ministerio de Educación, ¿de qué se nos puede culpar?”.

Sin embargo, Milton Luna, del Contrato Social por la Educación, no comparte del todo ese criterio.

Él apunta que la agenda de la UNE estuvo solo centrada al tema salarial y opina que de alguna manera eso le pasó factura, ya que el Gobierno supo capitalizar el descontento de los padres.

“Hoy se criminaliza la lucha social. El paro es una herramienta para todos los trabajadores. Nos tienen sobreexplotados, con una jornada de ocho horas”, dice Zamora. Ella podría recibir una sentencia de 8 a 12 años de reclusión, por sabotaje y terrorismo. En la sublevación policial del 30-S, supuestamente incitó a los alumnos del Colegio Aguirre Abad, de Guayaquil, a movilizarse.

Con este antecedente y el aparecimiento de la Red de Maestros por la Revolución Educativa, la UNE trabaja en otras estrategias: marchas fuera del horario de clases. Y ya en marzo presentó incluso un proyecto de reformas a la Ley de Educación.

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