La pugna por el control de la Prefectura de Cotopaxi se profundizó. Ayer, la provincia amaneció con dos prefectos: César Umaginga (Pachakutik) y Blanca Guamangate (independente).
El viernes pasado, la viceprefecta Guamangate convocó a una sesión extraordinaria de la Cámara Provincial, para destituir a Umaginga de sus funciones, por supuestos actos irregulares en el desempeño de sus funciones.
Luego de un enfrentamiento entre partidarios del actual Prefecto y de la Viceprefecta, la reunión se trasladó a la sede de la Municipalidad de Latacunga.
Allí, siete alcaldes de la provincia y Guamangate resolvieron remover del cargo a Umaginga. En su reemplazo decidieron designar a Guamangate. No obstante, el titular del Gobierno provincial desconoció esa resolución.
Su argumento se basa en que son 16 autoridades las que integran la Cámara Provincial y, el viernes, solamente votaron ocho, lo cual no constituyó mayoría.
Pero Guamangate aseguró que la decisión está en firme y que ella es la nueva prefecta de Cotopaxi. Los alcaldes que se opusieron a Umaginga son: Rodrigo Espín, de Latacunga; Gustavo Cañar, de Pujilí; Juan Muñoz, de Pangua; y Manuel Chango, Saquisilí (todos militantes de Alianza País); José Villamarín, de Sigchos, y Nelson Villarreal, de La Maná (ex militantes de Pachakutik), y Rodrigo Mata, de Salcedo (del Movimiento Municipalista).
La investigación que realizó la Contraloría, el detonante
César Umaginga, tras 12 años como prefecto de Cotopaxi, enfrenta uno de los peores momentos de su carrera política. El 16 de mayo pasado, la Contraloría emitió una resolución que le destituye del cargo y le obliga a cancelar una multa de USD 5 280.
Este hecho ocasionó que el ambiente se torne tenso al interior de la Corporación provincial.
La Contraloría lo inculpó de extender nombramientos sin cumplir con los procesos de concursos de merecimientos.
Umaginga dice que no dejará el cargo y que las acusaciones fueron desvirtuadas con los documentos respectivos.
“El Movimiento Alianza País está detrás de está conspiración. No tengo familiares laborando en la Prefectura”, dice el dirigente de Pachakutik, opositor al Régimen.
El funcionario descansa en una silla forrada con cuero, de espaldar alto y confortable. Viste sombrero de paño y chompa negra, y una camisa guayabera blanca.
Pese a los problemas, Umaginga también se da tiempo para hablar de sus planes luego de que termine su período en la Prefectura. Dice que es uno de los candidatos fuertes para terciar por la Alcaldía de Latacunga.
Añade que las últimas encuestas le ubican con tres puntos por encima del partido de Gobierno. “Alianza País busca sacarme de la lid electoral. Es probable que haya cometido algunas fallas administrativas, pero no de corrupción”. Por eso impugnó la sanción de la Contraloría ante el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo. Su recurso ya fue calificado.
Para el gobernador de Cotopaxi, Milton Suárez, el informe de la Contraloría -hecho entre el 2007 y 2009- se dio luego de varias denuncias presentadas contra el Prefecto. “Aquí nada tiene que ver el Gobierno y peor el Presidente. La Contraloría cuida que la inversión técnica y financiera se cumpla estrictamente. Con las acusaciones en contra de Alianza País (Umaginga) trata de curarse en sano. Se escuda en que es una persecución política”.
El analista político, Lalo Freire, explica que el caso de Umaginga es la crónica de una muerte anunciada. Considera que la presentación del informe de la Contraloría fue una jugada política del movimiento del Gobierno, para sumar más simpatizantes. La razón: los magros resultados electorales en la provincia de Cotopaxi.
En ese sentido, Freire no descarta que esta acción pueda beneficiar a Alianza País o se convierta en un bumerán contra el Gobierno y catapulte a Lucio Gutiérrez, con aceptación en Cotopaxi.
La relación entre el prefecto Umaginga y Rafael Correa comenzó cuando el ahora Presidente de la República hizo su trabajo misionero con los sacerdotes salesianos en Zumbahua. El dirigente de Pachakutik era uno de los alumnos del Mandatario.
El distanciamiento político entre ambos se concretó en el 2010. En Sigchos, en un enlace, el Primer Mandatario fustigó duramente a Umaginga. Le acusó por el abandono del sistema vial en Cotopaxi, pese a los fondos asignados por el Gobierno.
Ese alejamiento se profundizó en marzo, en la Marcha por la vida, liderada por la Conaie. El Prefecto apoyó a los manifestantes que llegaron a Quito para protestar contra el Gobierno.
Una nueva denuncia
La ex directora de Salud de Cotopaxi y militante de Alianza País, Amparito Paredes, presentó una denuncia en la Fiscalía contra César Umaginga, por presunta usurpación del cargo de Prefecto.
César Umaginga es prefecto de Cotopaxi por el movimiento Pachakutik desde el año 2000.