Paco Velasco y sus compañeros de Alianza País, María Paula Romo, Rosana Alvarado y Virgilio Hernández, aún no sepultan el pedido de juicio político al fiscal Washington Pesántez. Esto pese a que para 32 de los 53 compañeros de bancada y para su líder, Rafael Correa, el tema ya es “cosa juzgada” y debe olvidarse.
En La Luna, usted sostuvo que, como promotores del pedido de juicio, no podían desdecirse. ¿Por eso apoyarán la moción que permita tratar el caso en el Pleno pese a que su bloque se opone?
fakeFCKRemoveLa Asamblea no puede fallarle al país, desconectarse con el sentir del país profundo.
Silvia Salgado, presidenta de la Comisión de Fiscalización, cree que la gente, los taxistas con quienes habla, por ejemplo, desean tener trabajo, no un juicio político.
De ninguna manera, la ciudadanía ecuatoriana tiene un alto grado de politización, en el mejor sentido de la palabra. Le preocupa la administración de Justicia.
¿Han buscado ustedes protagonismo con este caso?
Esta tarea de fiscalización rápidamente nos trascendió, se incorporó al debate doméstico. Los ciudadanos comenzaron a hablar de la necesidad de fiscalizar a Pesántez. Lo terrible sería adquirir protagonismo encubriendo al Fiscal…
César Rodríguez dijo que hubo un show y Doris Soliz, la ministra de Coordinación Política, que esto es resultado de una campaña mediática. ¿Cuál es su opinión?
Una campaña mediática no se inventa o es artificial, tiene sentido cuando pega en lo profundo de los seres humanos, cuando la gente se siente estafada. No se monta de modo truculento.
El presidente Rafael Correa dijo que el tiempo le dio la razón y que la prensa se ha aprovechado del caso para desgastar a la Asamblea con el tema del juicio.
En este tema del Fiscal, en particular, yo expreso mi reconocimiento a los medios de comunicación.
¿Por qué el Gobierno tiende a culpar a la prensa de todos los problemas?
Prefiero hablar de este tema en otra entrevista.
¿Se midieron las fuerzas dentro de Alianza País?
No lo creo. Nadie, yo por lo menos, no he querido usar esto. Ese no es el afán sino evidenciar al Fiscal y al Ministerio Público.
En A. País, todos han abierto sus cartas. Betty Amores cuestiona la presencia de Rodríguez en Fiscalización, por haber defendido a Pesántez. ¿Ya saben quién es quién en el bloque?
No me voy a referir a los compañeros, no lo voy a hacer.
Hay 32 firmas que respaldan la decisión de cerrar el caso y no llevarlo al Pleno. Se nota que hay división.
Pero hubo 33 firmas para exponer la voluntad de llevarlo al juicio; no es un logro de mayorías o un concurso. Hay diferencias y tienen que ser procesadas políticamente y democráticamente.
¿A través de una democracia de mayorías?
Una democracia en la cual se procesen los disensos. En una bastarda interpretación yo podría decir que hubo 33 firmas para llevar adelante el pedido de juicio a Pesántez. La construcción o destrucción de mayorías no alcanza a expresar lo que son las diferencias.
¿Por qué no fueron a la reunión del jueves, en el hotel Dann Carlton? Ahí se resolvió dar la vuelta a la página.
Estaban decididas las posiciones. No había para qué sobreabundar en más discusiones.
¿Los interpelantes resultaron perdedores?
No, no hay perdedores. Me sentiría perdedor si finalmente hubiera resultado derrotada la capacidad del país de conmoverse frente a la impunidad, frente a ese poder abusivo. Pero estoy feliz de que la sociedad esté convencida de que la lucha contra la impunidad no tiene cercos, sintonizamos con la gente.
¿Por qué en Carondelet no se conmueven frente a eso?
No creo que no se conmuevan, hay unos puntos de vista, no soy capaz de juzgar a Carondelet desde esa perspectiva.
Entonces, ¿por qué la defensa apasionada al Fiscal de parte del Presidente?
Esa pregunta debe ser hecha a otra persona no a mí.
¿A Soliz? La Ministra dice que no se descartaría aplicar la muerte cruzada si el juicio al Fiscal termina por empantanar la relación entre las funciones del Estado.
Si Soliz amenaza con la muerte cruzada, el cargo le quedó grande. Tres años hemos trabajado con diferencias.
Ella es la encargada de impulsar las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Pero al hablar de una muerte cruzada, en caso de que el juicio llegue al Pleno, es porque carece de la condición de procesar políticamente las diferencias.
El lunes (hoy) habrá otra reunión y tratarán el código de ética o de gestión política del bloque. ¿Así los disciplinarán a todos?
Nunca he tenido esa concepción de la dirección política o de la construcción de un movimiento a través del orden, disciplina, homogeneidad, uniformidad. No creo en eso ni lo aceptaría.
Ha trascendido que a los interpelantes les dejarán en libertad para actuar en el Pleno. ¿Qué pasará con los compañeros del bloque que se quieran unir a ustedes?
A nadie se le puede pedir que vote contra su conciencia. Ni al peor criminal se le dice que haga una declaración por la cual se incrimine, se atropelle a sí mismo.
¿Confía aún en Pamela Falconí, quien cambió su voto por el archivo a última hora?
Siempre voy a creer en los seres humanos. Puede uno estar sometido a poderosas fuerzas y quebrarse.