A Abdalá Bucaram Pulley le da igual que el Consejo de Administración Legislativa (CAL) lo sancione por segunda vez, por las expresiones que emitió en un medio de comunicación. La primera vez que el asambleísta fue suspendido fue el 30 de julio del 2013, porque habría ofendido a las legisladoras de Alianza País.
El también director nacional del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) dijo que la primera vicepresidenta de la Legislatura, la oficialista Rosana Alvarado, “que tanto había defendido al aborto, hoy que el Presidente (Rafael Correa) ha rechazado la tesis de las abortistas, tesis que comparto con el Presidente, se había quedado mudita sin defender a sus compañeras por cuidar sus negocios en el Estado”. Su reflexión se dio a propósito de la sanción que Paola Pabón, Gina Godoy y Soledad Buendía, todas de Alianza País, recibieron por contradecir la disciplina de la bancada.
Para Godoy la sanción contra Bucaram era algo que tenía que darse, porque ningún legislador tiene licencia para imputar conductas delictivas en contra de sus compañeros.
A su parecer, Bucaram ha sido reiterativo “al bociferar y agredir a sus compañeras. “Ojalá esto le sirva de escarmiento, para que mida sus palabras y que antes de soltar su lengua piense”.
Ella, Pabón y Buendía fueron sancionadas el pasado 29 de octubre, porque plantearon la moción para despenalizar el aborto en caso de violación.
La sanción se ejecutó, ya que ellas no respetaron los acuerdos a los que se llegaron con sus compañeros de Alianza País, bajo las instrucciones de Correa. Godoy expresó que “¿qué certeza se tiene para asegurar que ella (Rosana Alvarado) no hizo ninguna gestión o comentario a favor?” Gilmar Gutiérrez, asambleísta por el Partido Sociedad Patriótica, cree que la legisladora Alvarado debió ejercer otra acción, presentar una demanda por daño moral y que sea un juez civil quien determine el perjuicio. Él cree que el CAL no está para eso, ya que más adelante cualquier expresión de un asambleísta será sancionada por este organismo. Además que este tipo de acciones ratificarían la tesis de que el oficialismo busca callar a la oposición.
Bucaram dijo que sigue pensando en presentar una excusa para dejar la Asamblea, ya que “no se le permite ejercer sus derechos constitucionales”.