Filippo Grandi, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para los Refugiados (Acnur), y José Valencia, canciller ecuatoriano, se refirieron a la situación de los ciudadanos venezolanos en el país. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Filippo Grandi, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para los Refugiados (Acnur) y el canciller ecuatoriano, José Valencia, manifestaron el compromiso del país y la región por continuar con las gestiones de apoyo a la situación migratoria de ciudadanos venezolanos en los países latinoamericanos.
En una reunión realizada este sábado 13 de octubre del 2018, ambos funcionarios ratificaron la continuidad del trabajo conjunto para que exista un flujo migratorio libre hacia Ecuador y otros países de la región que acogen a los ciudadanos venezolanos que han salido de su país por la crisis económica y social.
Estos compromisos se dieron luego de que han transcurrido los 45 días establecidos para la vigencia de las medidas cautelares, que la jueza Judith Naranjo dictó para que se suspendiera la petición de pasaporte a los venezolanos que ingresan al país, desde el pasado 24 de agosto.
Valencia señaló que al tratarse de una situación regional, las soluciones deben ser también a esa escala. Ese fue el motivo que impulsó a Ecuador a tomar la iniciativa de un encuentro regional que se realizó con la presencia de 13 países, el 3 y 4 de septiembre.
El seguimiento a esta cita se realizará en una segunda reunión, prevista para noviembre con los mismos países, en la que se analizarán los avances de las propuestas y se incorporarán nuevas ideas, aseguró el Canciller.
Además, indicó que entre las acciones hacia los 250 000 ciudadanos venezolanos establecidos en Ecuador, al momento se han otorgado 90 000 visas y que otra cantidad de solicitudes se encuentra en trámite. A esto se suman los esfuerzos del Estado en materia de salud pública, educación y otros programas de ayuda que se desarrollan en la actualidad.
Grandi destacó la importancia de estos planes y manifestó que la respuesta no debe ser solo humanitaria, sino que la inclusión económica y social de los migrantes y refugiados es “la mejor receta para combatir toda forma de xenofobia”.
El viceministro de Movilidad Humana, Santiago Chávez, dijo que el número de ingresos diarios al país (2 000 personas) al momento es manejable. Además indicó que actualmente, ministerios, entidades públicas y organismos internacionales realizan una cuantificación de lo que se ha gastado y lo que aún es necesario invertir en la atención a esta situación. Los resultados se determinarán en noviembre.