‘Acaba de terminar con felicidad un capítulo difícil de mi vida”. Así terminó, el jueves pasado, su columna Emilio Palacio, editor de opinión de diario El Universo. Esto, luego de que Camilo Samán, presidente del Directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN), aparentemente, ‘absolviera sus pecados’.
El pasado 26 de marzo, Palacio fue sentenciado a tres años de prisión por su artículo ‘Camilo, el matón’, del 27 de agosto del 2009. La jueza Carmen Arguello lo declaró culpable de injurias calumniosas.
Samán, quien seguía el juicio contra el articulista, mostró su agrado. “Se hizo justicia, puesto que la libertad de opinión no significa libertad para injuriar”.
Un día antes de que Palacio fuera sentenciado, Juan Samán Abud, padre del Presidente de la CFN, falleció. Según relató su hijo, uno de sus últimos deseos fue que perdonara al columnista.
Antes de cumplir esa promesa, Samán quería limpiar el “honor” de su familia demostrando la culpabilidad de Palacio.
En reiteradas ocasiones, Samán aseveró que retiraría los cargos si el editorialista le ofrecía disculpas. Pero ello no ocurrió. Agobiado por su conciencia, según dijo, Samán perdonó el 4 de mayo pasado, luego de seis horas audiencia en la Corte Provincial de Guayas.
Otro paso lo dio el jueves pasado; Samán reconoció su firma para solicitar el archivo de los juicios que seguía contra Palacio. Entre ellos, uno que pedía una indemnización de USD 2 millones. Pero Gutemberg Vera, abogado de Samán, señaló que el tema quedaba finiquitado.
Por su parte, Palacio afirmó que no guarda resentimiento contra Samán e insiste en que su caso fue una estrategia del Gobierno para asustar a los medios. En su columna del jueves pasado dijo que en cierta medida le debe su libertad a la visita que realizó la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, a Ecuador.
Palacio se tomará un par de semanas de vacaciones antes de retomar sus actividades en El Universo. No descartó participar en manifestaciones contra medidas que considere injustas.
Samán no cree que Palacio sea un actor político, más bien dice que “fue una herramienta de políticos como Carlos Vera y León Roldós”. Lamenta que siga relacionando su caso con una persecución del Régimen.