Roque Sevilla aclaró, este 18 de agosto de 2022, que la Consejería Ad Honórem para el medio ambiente se eliminó a consecuencia de su renuncia presentada el 15 de agosto, pues buscó evitar que se generen malestares de carácter político. No descarta comparecer a la Asamblea Nacional en una próxima convocatoria.
La presentación de la renuncia fue después de “una conversación con el presidente de la República, de todo el barullo que estaba generando el tema de los asesores Presidenciales. Entonces, le llamé y le dije que estaba preocupado por esto y que yo estaba dispuesto a renunciar para evitar cualquier tipo de malestar de carácter político. Él estuvo de acuerdo en que yo presente la renuncia en los términos más amistosos. Presenté la renuncia y luego emitió el Decreto”, explicó Sevilla.
En efecto, el presidente Guillermo Lasso suscribió el Decreto Ejecutivo 530 el 16 de agosto. En el documento agradece los servicios prestados por Roque Ramón Sevilla Larrea en su calidad de consejero de Gobierno Ad Honórem para asuntos del medio ambiente. Esta suscripción ocurrió un día antes de que se realice la sesión 125 de la Comisión de Transparencia del Legislativo, la mañana del 17 de agosto. Esta instancia investiga el presunto uso indebido de recursos públicos de los Consejeros Ad Honorem.
Sevilla asesoró al Mandatario en temas de ambiente, promoción e impulso del desarrollo sostenible y la reducción de la contaminación desde que fue designado como Consejero el 4 de marzo de 2022, esto queda derogado.
Según el exconsejero, proporcionó asesoría en tres campos: en el proceso de financiamiento del área marina de Galápagos; en el desarrollo del plan estratégico para “aprovechar el mercado voluntario del carbono, que podría beneficiar tanto a comunidades indígenas y campesinas dueñas de páramos y bosques amazónicos”; y en el tema de fijar “una política más severa” sobre la minería en el país, para que las zonas de recarga hídrica para uso humano sean protegidas.
Comparecencias
Sevilla estaba llamado a comparecer a la Comisión ese 17 de agosto, sin embargo, no asistió. “Si hacen una convocatoria respetando los más elementales principios de cortesía hacia el convocado, yo sí asistiría. Pero la convocatoria me llegó vía chat de WhatsApp el día anterior (16 de agosto) a las 17:26 y me pedían que al día siguiente, a las 08:30, esté en la Asamblea”, cuestionó.
Agregó que ese mensaje llegó sin ninguna justificación ni documento, sin explicar los motivos para solicitar su comparecencia ni qué debía informarle a la Comisión. Señaló que la convocatoria se debió hacer con un “plazo razonable porque no es que se es desempleado como algunos que están en la Asamblea. Yo asistiré si lo hacen de manera formal, con una comunicación, un plazo adecuado y las razones de la convocatoria. No con las sospechas de dos asambleístas que todos sabemos que tienen dudosa actuación”.
Sin embargo, desde la mesa legislativa presidida por el asambleísta de Unión por la Esperanza (correísta), Ferdinand Álvarez, informaron que la notificación a Sevilla sí se hizo el 16 de agosto por WhatsApp, pero también fue enviado al correo de la Presidencia ya que en ventanilla física de esa entidad el documento no fue recibido, bajo el argumento de que no es funcionario.
Según la notificación, las comparecencias se disponen por el pedido de las legisladoras Sofía Espín y Pamela Aguirre, “con el fin de que informe detalladamente ante el Pleno de esta Comisión, todo lo referente al régimen de control de los Consejeros Presidenciales y Consejeros Ad Honórem”.
La Comisión también convocó, entre otras personas, a Luis Enrique Coloma Escobar, el último de los consejeros Ad Honorem. No acudió y en una excusa informó que presentó a Lasso su renuncia a la Consejería Ad Honorem para las políticas contra la desnutrición infantil y fortalecimiento del Ministerio de Salud. El Ejecutivo aún no ha emitido algún Decreto al respecto.
Hasta este 18 de agosto, tres Consejerías Ad Honorem ha eliminado Lasso mediante Decretos, la que tenía a Aparicio Caicedo a la cabeza, que pasó a ser consejero de Gobierno remunerado; la de Comunicación que tenía al frente a Rafael Cuesta Vallarino y la de Ambiente.