A las 10:00 de ayer Natalia Astudillo, una joven profesional del derecho, llegó hasta la parte posterior de la Tribuna de Los Shyris, en el norte de Quito. La acompañaban su esposo, Pedro Samaniego, y sus hijos Mateo y Brenda, de 4 y 8 años. Esta familia asistió al plantón por la defensa de las libertades, que fue convocado por Los Cabreados y por el Frente Unidos por la Democracia.
Astudillo está preocupada por la concentración de poderes en el país y cree que las libertades se encuentran amenazadas. Ella no desea que sus hijos vivan en un ambiente conflictivo, “queremos un país tranquilo”.
En ese sitio se colocó una gran tarima desde donde los activistas expresarían su sentir. Con el pasar de los minutos llegaban más personas quienes con pitos, banderas y consignas pedían un cambio. A las 10:05, el periodista Carlos Vera dio la bienvenida a los asistentes y recordó que en el Ecuador no solamente la libertad de expresión está siendo amenazada, sino todas las libertades ciudadanas. “Respeto a las libertades, basta de autoritarismo” fue el primer grito que se escuchó con fuerza entre los asistentes.
Entre los manifestantes se destacaron los periodistas Jorge Ortiz, Diego Oquendo y el asambleísta César Montúfar (Concertación Nacional).
Ortiz recordó que es la primera vez que asiste a una manifestación pública y “lo hago porque siento que las libertades están en grave peligro”. Recalcó que no solo la de prensa tambalea, dijo que existe un Gobierno que cada vez concentra más poderes y eso es “contrario a la democracia”.
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Mientras tanto, Astudillo y su familia se contagiaban con el ambiente y al grito de “Quito sin Barrera, Ecuador sin Correa”, saltaban y pitaban. Junto a ellos estaban dos ciudadanos que con carteles expresaron su rechazo.
“En Loja también estamos Kbrea2 y en Bolívar también Kbrea2”. Eran Marco Tandazo y Elizabeth Guachilema, los dos ciudadanos dicen sentirse defraudados por la actitud prepotente del Presidente. “Estamos viviendo en un cajón donde nadie puede decir nada”. Rechazaron los ataques contra ciudadanos, quienes por expresarse contra la autoridad son arrestados.
En el acto, las personas pudieron manifestar libremente sus pensamientos, entre los participantes había preocupación por el tratamiento de la Ley de Comunicación y por lo que consideraron una concentración del poder.
“Hemos perdido el miedo y por eso estamos aquí”. Lo dijo Fanny Reyes, miembro de Los Cabreados, quien recordó que se han reunido para defender las libertades , que son un patrimonio de todos. También expresó su solidaridad con los perseguidos políticos.
Jeanet Orbe, esposa del coronel César Carrión, acusado de magnicidio, dijo que ella y su familia son perseguidos del Gobierno, y que desde el 30-S sus vidas se han terminado. “La libertad debe ser defendida, mi esposo, por decir la verdad, está preso”, dijo.
Durante el acto se advirtió que desde el Edificio La Tribuna, representantes del Gobierno se encontraban realizando filmaciones, pero eso no influyó en los asistentes que empezaron a gritar “Dictadura no, democracia sí”.
A las 12:30, Astudillo y su familia se retiraron.
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