El resultado temporal de la pregunta 4 dio hasta ayer una bocanada de oxígeno a los nueve vocales del Consejo Nacional de la Judicatura (CJ).
La permanencia en sus cargos, según las advertencias del movimiento oficialista Alianza País, se definiría con la consulta popular; pues la fiscalización política que se ejecuta en la Asamblea Nacional quedó en suspenso.
Con esa guillotina sobre su cabeza, los vocales de la Judicatura se fueron el viernes último a su casa. No tenían muchas esperanzas porque A. País había adelantado su confianza a ganar la partida en las urnas. Hasta las 18:00 de ayer ese respaldo no se aclaraba. El Sí y el No caminaban juntos con un promedio del 44 %; pero la oposición sacó una ligera ventaja.
Ayer en la sede de la Judicatura el ambiente era distinto. Vocales, como Oswaldo Domínguez, fueron a trabajar con normalidad e incluso recibieron la convocatoria para la sesión de hoy. La reunión tiene el carácter de extraordinaria y servirá para analizar asuntos administrativos.
El presidente de la Judicatura, Benjamín Cevallos, sostuvo que esperará los resultados finales de la consulta; especialmente en las preguntas 4 y 5, que tienen relación con el CJ y la reorganización de la Función Judicial.
Cevallos dijo que los nueve integrantes permanecerán en sus despachos hasta que sean “legalmente sustituidos”. Para esto hay dos vías, una que el Sí finalmente triunfe y, la más larga, que es el proceso de selección que deberá organizar la Comisión de Control y Participación Ciudadana.
El vocal Domínguez anunció que renunciará a su cargo. Dijo que “no es caretuco” para seguir en su puesto con un juicio político que lo considera injusto, porque no es parte de la mayoría cuestionada. “Yo renunciaré y otros dos compañeros lo están pensando”.