La reina Sofía de España fue informal y cariñosa en su visita a Quito. Rompió el protocolo y evadió la seguridad para abrazar a los niños y curiosos que esperaban verla en el Hospital Un canto a la vida.
Esta es la tercera ocasión que la Reina visita el país. La primera vez estuvo acompañada por su esposo el rey Juan Carlos en 1980. En las otras dos, llegó sola y con el objetivo de observar los resultados de la donación de la Fundación Reina Sofía a obras sociales.
La mañana de la Reina fue ajetreada. A las 09:15 estuvo en el Hospital, luego fue a la Escuela Taller de Quito y al mediodía tuvo un almuerzo y una conversación con el presidente Rafael Correa.
La Fundación Reina Sofía ha apoyado la construcción del centro de salud. Esta es una obra que la inició el padre José Carollo, italiano pero nacionalizado ecuatoriano. Esta es una obra del fallecido religioso que tiene como ideal apoyar a las personas de bajos de recursos económicos.
La donación española para el Hospital fue de USD 180 000, que se invirtieron para equipar el Área de Neonatología y terminar la construcción del centro.
Una banda de música de niños con Síndrome de Down preparó un concierto para doña Sofía. Le cantaron canciones religiosas y la Reina se emocionó; se acercó, habló con los chicos y los abrazó.
El director del Hospital, el padre Graziano Mazón, entregó una réplica de la Virgen de Quito a la Soberana. Este fue el último acto y la comitiva real se dirigió hasta la Escuela Taller de Quito, ubicada en el Centro Histórico.
Aquí visitó todas las aulas, donde 130 alumnos, hombres y mujeres, entre 16 y 22 años, obtienen su título de Maestros en Artes y Oficios. Este centro no recibe ayuda de la Fundación sino de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y Tecnología y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
El alcalde de Quito, Augusto Barrera, recibió a la Reina y le aseguró que gracias al apoyo español se mantiene abierto ese taller, que es importante para la formación de los jóvenes quiteños
La Reina recorrió los talleres y salas de exposiciones y recibió otra réplica, esta ocasión en madera, de la Virgen de Quito. Luego de eso, la Reina fue a su hotel para cambiarse de ropa y acudir a la invitación de la Presidencia.
A su llegada a la Plaza Grande, los quiteños le gritaban ‘Viva la Reina’. Ella vestida con un terno con falda azul marino, participó en una audiencia y almuerzo que ofreció el presidente Rafael Correa en su honor.
Al final de esta visita, el Mandatario aseguró “que las relaciones con España son extraordinarias”; en este sentido sostuvo que durante la conversación con la reina Sofía se abordaron varios temas, entre ellos, la cooperación en materia de salud.
“Las relaciones con España son extraordinarias y por supuesto tengo grandes esperanzas de que la cooperación y las relaciones bilaterales se profundicen”.
Hoy, la Soberana visita la población de Cusubamba, en Cotopaxi, donde existe un proyecto de desarrollo alimentario. A las 18:40 está previsto que la reina Sofía abandone el Ecuador.