Al conjunto de recomendaciones para cambiar a la Comisión Interamericana de DD.HH. (CIDH) aún le falta un paso para entrar en vigencia.
Luego del visto bueno del Consejo Permanente de la Organi-zación de Estados Americanos (OEA), esas reformas deben pasar a conocimiento de cualquiera de sus dos instancias máximas.
Se trata de la Cumbre de las Américas, que reúne a los jefes de Estado de los países miembros o la Asamblea General de la OEA, a la que asisten los cancilleres.
Solo una de esas dos instancias puede dar el carácter vinculante a esas reformas, cuestionadas por 60 ONG vinculadas a DD.HH.
Para esos organismos, el objetivo final de esas reformas es reducir la capacidad de acción de la CIDH, que ha puesto especial atención a denuncias de atropellos a la libre expresión en Ecuador.
Su inquietud se enfoca en materia de libertad de expresión, ya que las recomendaciones apuntan a limitar el financiamiento de la Relatoría Especial, así como bajar el perfil de su informe anual.
Sin embargo, también hay preocupación porque las reformas apuntan a que la CIDH también cambie la metodología de elaborar su informe sobre el estado de los DD.HH. Países como Colombia, México o Venezuela buscan estos cambios, pues anualmente son señalados por los atropellos a los derechos fundamentales en sus territorios.
¿Dónde se trataría el tema: en la Asamblea General de la OEA o en la Cumbre de las Américas?
María Isabel Salvador, embajadora de Ecuador en la OEA, señala que no necesariamente se debería esperar a junio, cuando la Asamblea General se reúna en Bolivia. “Podría convocarse en cualquier momento (un período extraordinario de sesiones)”.
Pero para que esa sesión extraordinaria se concrete, primero debe cumplirse el art. 58 de la Carta de la OEA, explica Francisco Proaño, ex embajador ecuatoriano en el organismo. Esa norma señala que “en circunstancias especiales y con la aprobación de los dos tercios de los Estados miembros, el Consejo Permanente convocará a un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General”.
Hasta ayer no había una fecha tentativa en la que el Consejo Permanente pudiese someter a votación la sesión extraordinaria.
Sin embargo, la Cumbre Presidencial de las Américas podría tratar antes el asunto. Su cita será el 14 y 15 de abril, en Colombia, uno de los países que empujan el cambio a la CIDH. Aunque su tema central es ‘Conectando las Américas: Socios para la prosperidad’, fuentes diplomáticas del Gobierno señalan que allí también pudiera tratarse el tema, pues la mayoría de países quieren empujar las modificaciones.
En medio del avance de las reformas, la Casa Blanca dio un espaldarazo a la labor de la CIDH. Hillary Clinton, jefa de la diplomacia de EE.UU., ofreció más recursos y resaltó su trabajo.
Los cuatro temas centrales de la reforma
“Incorporar todos los informes de las relatorías en un capítulo único de su informe anual”, señala el estudio. De este modo se quiere evitar que la Relatoría de Libertad de Expresión tenga un capítulo especial para denunciar los atropellos contra la prensa.
“El establecimiento de un Código de Conducta que regule la gestión de las Relatorías de la CIDH, para asegurar la coordinación que debe existir entre dichos mecanismos y los Estados”. Las ONG
dicen que esta norma quiere reducir la independencia.
“Asignar recursos adecuados, suficientes y balanceados a todas sus relatorías, grupos de trabajo y unidades, así como un manejo eficiente y transparente de esos recursos”. Por falta de fondos, la Relatoría de Libre Expresión recibe apoyo de cooperantes.
“Aplicar rigurosamente los criterios de admisibilidad de peticiones, incluida la verificación exhaustiva del agotamiento de recursos internos”. Las ONG señalan que este tipo de planteamientos restringiría el ingreso de denuncias en la Comisión Interamericana.