Una aclaración debe ser lo más oportuna posible. Excepto si quien la hace no tuvo a su alcance la documentación en la cual se basó, por estar fuera del país. Este es el caso del autor de esta columna frente a las críticas del presidente Correa en su enlace del 4 de septiembre.
Ahí, se leyeron párrafos de mi análisis ‘Los enlaces infalibles’ (31 de agosto), donde afirmé que estos han perdido consistencia, como aparentemente sucedió en Borbón el 28 de agosto. A este propósito dije que el “rating” del enlace en televisión es muchísimo menor que el de un partido del campeonato local, de un programa de lucha libre mundial o del ‘Pájaro Loco’.
Me basé en la medición del ‘rating’ de ese día. En Quito el enlace, transmitido por Gamatv, tuvo 0,2, frente al 3,2 y 3,4 de ‘OIE y Raw’ de Teleamazonas y el 2,1 de ‘Doraemon’ de Ecuavisa; mientras en Guayaquil registró 0,6 frente al 3,3 del ‘Pájaro loco’, el 3,0 de ‘Doraemon’ y el 5,4 del Nacional-Barcelona transmitidos por Ecuavisa, y el 1,0 del partido Católica-Macará, que se transmitió por Teleamazonas.
Como se ve, no cabe la afirmación de Correa de que “este es el típico ejemplo de un periodista, que en base a su odio, no describe la realidad, sino sus deseos que los hace pasar por la realidad”, y que atribuya mi afirmación a “vanidad, odios y fijaciones”.
En cuanto a por qué la prensa se preocupa de los enlaces, la explicación es que se trata nada menos que de la palabra del Presidente, que no debiera devaluarse ni siquiera cuando los asesores no le dan todos los elementos de juicio.