La alfombra roja reflejó lo ceremonioso del acto diplomático. Decenas de camarógrafos y fotógrafos se ubicaron en los costados a la espera de Hillary Clinton, secretaria de Estado, de EE.UU.
Cuando se conoció el dato de que la alta funcionaria estadounidense había llegado a la Base Aérea de Quito, la expectativa creció más en el Palacio de Carondelet, en el centro de la ciudad. A las 12:00 se escucharon las sirenas de los vehículos de seguridad.
En ese momento apareció en las gradas el presidente Rafael Correa. Él la esperó unos minutos con la mirada fija en la puerta.
Minutos después entró Hillary Clinton con una amplia sonrisa, junto al canciller ecuatoriano Ricardo Patiño. Los flashes de las cámaras iluminaron el espacio rodeado de personal de seguridad, y así, los dos estrecharon sus manos. Las primeras palabras que se dijeron fueron en inglés.
“Estoy impresionada de la ciudad, la vi hermosa desde el avión”, dijo Clinton. El Primer Mandatario llevaba un terno oscuro con su habitual camisa bordada. Entre saludos y sonrisas, Correa también dio la mano a su Ministro de Relaciones Exteriores, quien se hizo a un lado para que las cámaras captaran a Clinton y a Correa.
Seis minutos permanecieron en las gradas y compartieron el almuerzo. Se supo que Clinton dijo: “Las metas que Ecuador y su Gobierno han fijado son metas con las cuales EE.UU. está de acuerdo. Necesitamos una relación con suficiente madurez y fortaleza”.
Durante casi tres horas Correa y Clinton conversaron. Mientras tanto, en los exteriores del Palacio, sobre la calle García Moreno, aguardaban 20 vehículos de seguridad. El área más próxima se cercó con personal de la Policía.
Sin embargo, eso no impidió que un grupo de 30 manifestantes del Movimiento Popular Democrático (MPD) y estudiantes universitarios protestaran en contra de lo que ellos llaman “políticas neoliberales de Estados Unidos”. Durante el arribo de la Secretaria de Estado norteamericana, a la Plaza Grande, quemaban banderas de ese país en señal de rechazo a su visita diplomática.
Entre los protestantes estuvo Natasha Rojas, ex presidenta de la Federación de Barrios de Quito y de la FEUE en la U. Central.
Pese a la presencia policial, a empujones intentaban atravesar el cerco. Finalmente, no lograron su objetivo. Además de los grupos de oposición también se hicieron presentes simpatizantes del Primer Mandatario.
“Sabemos que nuestro Presidente va a hacer que deroguen la Ley de Arizona, que ataca a nuestros emigrantes”, dijo Nancy Nieto.
No obstante, en la rueda de prensa ofrecida en el Salón Amarillo, ni Correa ni Clinton hablaron de ese asunto migratorio.
La libertad de expresión y la SIP
El presidente del Colegio de Periodistas de Pichincha René Espín sorprendió ayer en la rueda de prensa que dieron Clinton y Correa. “En Ecuador la libertad de expresión está plenamente garantizada. El 70% del pueblo ecuatoriano, a través de las urnas, demanda la aprobación de la una Ley de Comunicación”, dijo.
Dirigiéndose hacia la Secretaria de Estado, aseguró: “Existen organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que pretende poner su agenda particular, una agenda de su sector y evidentemente eso genera un malestar y un rechazo”.
La presidenta de la Comisión de Comunicación de la Asamblea, Betty Carrillo, entregó una carta a la funcionaria para protestar por la opinión de la SIP.
El ente le manifestó a Clinton, través de una carta, enviada desde su sede en Miami, la preocupación por el clima de libertad de prensa en el país y por las restricciones adicionales que la Ley de Comunicación podría traer