Rafael Correa genera posiciones polarizadas en la ciudadanía

“Mi garganta no es de lata/ ni hechura de carpintero/. Pero, para el Presidente/ como si fuera de acero/”. Ese es uno de los cánticos que entonan las integrantes del grupo Guardianas de la Democracia, que suele asistir a los cambios de guardia de la escolta presidencial, los lunes. En la Plaza de la Independencia se juntan algunos ciudadanos que aseguran ser correístas. Sin embargo, entre ellos hay quienes cuentan que no todos en su familia ven bien su posición política. En sus casas hay anticorreístas también.

Yolanda Terán, de 61 años, integra el Colectivo 30-S Libertarias. Ella tampoco se pierde la posibilidad de acompañar los lunes al Presidente de la República. Y los sábados, según comenta, su esposo sabe que debe verla por televisión, en algún rincón del país en donde se desarrolle el enlace.
Ella tiene un hermano que es profesor de la Universidad Central, prefiere omitir su nombre. Con él discute sobre política. Con él se arman debates familiares porque no está de acuerdo con algunos planteamientos de la revolución ciudadana. Los dos contra ponen posiciones, pros y contras. “Siempre le gano, me dice dame cinco argumentos. Tengo más, podría decirle cien o mil”, cuenta la señora.

Los representantes de las encuestadoras Perfiles de Opinión e Informe Confidencial coinciden en señalar que el presidente Rafael Correa genera posiciones encontradas, de amor u odio, entre seguidores y detractores. Creen que influye el hecho de que el Primer Mandatario aparece de lunes a viernes en medios de comunicación y el sábado tiene un espacio, en radio y televisión, el enlace. Además creen que su estilo de gobernar y de comunicarse genera polarización.

Napoleón Saltos, catedrático y ex diputado de Pachakutik, asegura que la forma de comunicarse del Presidente, el estilo de gobierno, dan lugar a que la gente que lo escucha solo tenga dos opciones: ser su amigo o su enemigo.

Lea mañana un reportaje con varias historias de ciudadanos identificados con el presidente Correa, que cuentan que algunos de sus familiares cercanos no comparten su ideología. Incluso sus posiciones hacen que a veces terminen disgustados, unos defendiendo al Ejecutivo y otros atacando una forma de actuar, que califican como autoritaria.

Participe en  nuestra encuesta ingresando AQUÍ.

Suplementos digitales