Correa aclaró que “a nadie se le va a obligar (el uso del polígrafo), pero obviamente el que no quiere pasar el polígrafo no podrá continuar al menos en cargos claves. En la Policía Judicial, en este caso, porque son cargos de mucha confianza”, señaló.
De esta forma se mantienen las contradicciones sobre este tema entre el Gobierno y el fiscal Washington Pesántez, quien remitió el miércoles pasado una carta al Jefe de Estado en la que establece que “desde lo penal, es inaceptable que se utilice el polígrafo como un método de investigación”.
Desde el viernes pasado se iniciaron las pruebas psicológicas a 600 agentes previas al sometimiento final del detector de mentiras. Serrano señaló su plena confianza en este sistema y aclaró que “después de la prueba del ADN viene la prueba del polígrafo, es decir tienen una rigurosidad del 95% de certeza”. En ese sentido especificó que “el objetivo es reforzar este plan integral de seguridad ciudadana.
El presidente Correa sentenció además: “Yo dirijo la Policía a través del Ministro del Interior y se va a aplicar cuantas veces sean necesarias el polígrafo”.
Sin embargo, en una entrevista publicada días atrás por este Diario, Pesántez declaró que “El polígrafo no es aceptado como prueba en ninguna legislación del mundo. Este mecanismo ha sido usado para ciertas unidades camufladas estilo CIA o KGB y que la izquierda ha rechazado. Por eso me sorprende que ahora se quiera usarlo. Entiendo que no es el Presidente sino el ministro del Interior, José Serrano”.