4 puntos, el eje del veto a ley de universidades

El veto presidencial a la Ley Orgánica de Educación Superior afectaría cuatro puntos claves del consenso conseguido entre las universidades y la Asamblea.

Aunque aún no se tiene un documento definitivo. El presidente, Rafael Correa; su secretario jurídico, Alexis Mera, y el titular de la Asamblea, Fernando Cordero, anticiparon la esencia del cambio que se daría desde Carondelet.Estos serán la elección de las autoridades de los centros de estudios superiores, una política de transparencia de las cuentas de esas entidades, el Consejo de Educación y, el más polémico devolverle la rectoría del sistema de universidades a la Secretaría de Educación Superior.

En este último caso, el presidente Rafael Correa recordó que la propuesta actual contradice a la Constitución, que otorga al Ejecutivo la rectoría sobre las políticas públicas. Precisamente esa reforma ha sido una de las más criticadas y de pugna con las universidades, que decían que entregar esa facultad a la Secretaría le restaría autonomía al sistema.Pese a ello, Cordero dijo, el martes, que el veto no sería dramático, pero que el acuerdo conseguido con las universidades sería afectado. Indicó que luego de dialogar con el presidente Correa, le aclaró que no tenían la obligación de respetar el texto aprobado, porque el acuerdo con los sectores políticos involucrados no se concretó, pues no votaron por el texto a pesar que se incluyeron la totalidad de sus propuestas .

El proyecto de ley solo hubo 63 votos, el mínimo para aprobarla. Además de las 53 representantes de Alianza País votaron a favor cuatro de los cinco socialistas, tres ex ADE, dos independientes y Guillermina Cruz (PSP).

Paco Moncayo, uno de los gestores del convenio, se abstuvo junto a su bloque Alianza Libertad.Él todavía mantenía reparos a la conformación del Consejo de Evaluación. Aunque admitió que con los adéndums y acuerdos del 3 de agosto se avanzó. Uno era la integración del Consejo de Educación Superior, con siete académicos y cuatro ministros.

Esto finalmente fue modificado por el Presidente de la Comisión, antes de la votación. Se plantea que el Consejo tendrá seis académicos y cuatro ministros. Sin embargo, Cordero, una de las bisagras entre las universidades y la Asamblea, insistió en que “esta ley fue conflictiva en su origen y mezquina en su final”.

Añadió que no contaron con 12 votos extras “porque no les dio la gana de votar, están absolutamente de acuerdo con la ley, pero quisieron dar un mensaje politiquero, no político...”.También sugirió que si le preguntaran a Moncayo si aprueba que los rectores de las universidades privadas se mantengan en el cargo por tiempo indefinido diría que no. “Es un desliz que tiene la ley, al incorporar una palabra que les da un trato excepcional”.

En el texto original de la propuesta se decía que el proceso de elección sería por votación universal, directa, secreta y obligatoria de los profesores y alumnos.

Pero en el convenio establecido entre el sistema universitario y los asambleístas se añadió que estas reglas regían únicamente para las universidades ‘públicas’. Así que sería otro de los acuerdos rotos.

El ‘Corcho’ minimizó el tema. Dijo que los “economistas son afectos a los números”. Y recordó que René Ramírez, secretario de Senplades, indicó que no tienen reparos sobre el 70% del texto. Y que el veto incluiría al 30% del articulado, de este apenas el 15% incide en temas de fondo.

Por ejemplo, se incluiría la idea de Correa de insistir en la creación de un listado de universidades reconocidas del exterior, que deberán ser aprobadas por el Consejo de Universidades. Así se homologarán los títulos.

Enrique Ayala Mora, rector de la Universidad Simón Bolívar y coordinador de la comisión del sistema universitario, cuestionó el tema en una entrevista con este Diario. “Viola la soberanía nacional. No se puede reconocer un papel de PhD que a veces compran por USD 3 000 en EE.UU.”.

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