Una lluvia de huevos cayó sobre la fachada del Palacio de Carondelet. Ese fue el mensaje que ayer dieron los universitarios, para que no se apruebe la Ley Orgánica de Educación Superior.
Pese a que decenas de huevos ensuciaron las paredes del Palacio no hubo enfrentamientos con la Policía. El ministro del Interior, Gustavo Jalkh, aseguró que se buscarán sanciones para las personas que agredieron de esta forma. El Secretario de Estado indicó que todos están en libertad de expresar lo que piensan, pero no dañando los bienes patrimoniales de los ecuatorianos. El Presidente no recibió a los manifestantes.
Rectores, estudiantes, profesores y empleados de varias universidades se oponen a que el texto se apruebe. Pero están a contrarreloj, el plazo máximo para que esta Ley pase se termina el domingo.
Por eso, estudiantes de Manabí y Guayaquil también llegaron a la capital. Diego Torres, de la Federación de Escuelas Politécnicas de Manabí, motivaba a sus compañeros, quienes agitaban banderas verdes. “No queremos pasar a la historia como los estudiantes del 2010, que dejaron que se pierda la autonomía universitaria”, señaló.
Delante de la aglomeración caminó Gustavo Vega, presidente del Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup). Dijo que se planteará una demanda por la inconstitucionalidad de la LOES. Rechazó las funciones de la Secretaría de Educación Superior, que se crea en el proyecto.
Los estudiantes se concentraron en el parque El Arbolito y pasaron cerca de la Asamblea Nacional, a las 10:00. Pero prefirieron seguir el camino hacia la Plaza Grande. Se unieron estudiantes de universidades particulares como la Tecnológica Equinoccial y De los Hemisferios.
El rector de esta última, Alejandro Rivadeneira, explicó que existen muchas violaciones constitucionales en el veto a la Ley de Educación Superior. Mencionó que “se pretende estrangular económicamente a la universidad particular”. Dijo que se tendrán que ejercer todas las acciones legales que sean necesarias.
La manifestación bajó de tono a las 11:30. Mientras pocos seguían protestando, Carlos Andrés Vera, hijo de Carlos Vera, aprovechó para recoger firmas en apoyo a la revocatoria del mandato de Rafael Correa. Algunos estudiantes lo apoyaron con sus rúbricas.