La prensa fue obligada ayer a seguir el debate de la ley de Comunicación desde una TV de pantalla plana. El aparato se colocó en el salón contiguo a donde sesionaban los integrantes de la Comisión Legislativa encargada de esta ley.
La presidenta del equipo legislativo, Betty Carrillo (Alianza País), no quería que las cámaras registraran cada gesto de los asambleístas y que ello entorpeciera el debate. Por eso, dispuso que tres policías de rostro parco se colocaran en la puerta de salón de sesiones e impidieran el paso a cualquier periodista. Solo asesores y otros invitados obtuvieron el beneplácito para entrar en el salón de debate.La prensa, pese a los reclamos de legisladores como Fausto Cobo (PSP), debió conformarse con seguir las casi dos horas de sesión mirando esa TV. Se trataba de una jornada clave: la aprobación del informe para segundo debate de este proyecto del ley, en discusión desde septiembre pasado.
Sin embargo, A. País y la oposición acordaron pedir una nueva ampliación del plazo de entrega del texto definitivo a la Presidencia de la Asamblea. La intención es entregar el documento el viernes 18 de junio.
Hasta que llegue ese día, los miembros de la Comisión debatirán nuevamente los puntos polémicos del articulado, incluirán nuevas propuestas y redactarán el nuevo borrador para votarlo.
La propuesta obtuvo el respaldo de los 11 miembros del equipo legislativo, en un notorio ambiente de camaradería.
César Montúfar (Alianza Libertad) dijo el martes que el proyecto que había preparado en la Comisión, y sobre el cual se iba a votar en la sesión de ayer prendía una “alerta roja” en el país. A su juicio, su contenido implicaba un virtual rompimiento del acuerdo legislativo del 17 de diciembre del año pasado, ya que pondría en peligro a las libertades de expresión y de prensa.
La postergación fue de su agrado, por lo que dijo que la alerta pasaba de “roja a amarilla”.
Si la tarde del martes el bloque de A. País decía tener todo listo para avanzar con la votación del texto en la Comisión, ¿por qué, entonces, el cambio repentino?
La versión oficial es que el debate de esta ley debe agotarse y que se deben incluir las nuevas propuestas que han presentado con retraso Rolando Panchana, María Augusta Calle (A. País) y Lourdes Tibán (Pachakutik).
Pero en el fondo, aunque no se lo diga abiertamente, la ley de Comunicación preocupa a los miembros del oficialismo. En su sesión del lunes, los representantes de esta bancada pidieron a sus coidearios que integran la Comisión que presentaran una explicación de los temas polémicos que han sido cuestionados en los medios de comunicación.
Aspectos como la conformación del Consejo de Comunicación, las sanciones a la prensa, la reversión de frecuencias, entre otros, preocupan al oficialismo.
Vethowen Chica, uno de sus coordinadores, dijo que no hay divergencias en el bloque, sino que ha sido una costumbre que se presente una explicación antes de ir al segundo debate en una determinada ley.
Por ese motivo, se le pidió a la Comisión presentar el trabajo que ha realizado.
Pero las inquietudes de A. País van más allá de este formalismo. Cualquier tema que se someta a votación en el Pleno debe tener el consenso de la bancada. La salida de los cuatro legisladores del Partido Socialista-Frente Amplio ha debilitado al bloque. Las leyes orgánicas se aprueban con 63 votos pero A. País cuenta, de momento, con 53 escaños.
El martes, por ejemplo, el Legislativo anexó al Ecuador al Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre). Pero el oficialismo, proponente de este acuerdo, reunió únicamente los 63 votos necesarios.
En la votación para avanzar con el juicio político al Fiscal y en el segundo debate de la Ley de Aguas, Alianza País no tuvo los votos completos de su bancada.
Por eso Cynthia Viteri (M. de Guerrero) comentó que la declaración del presidente Rafael Correa, en el sentido de que la Ley de Comunicación no era fundamental para su gobierno, era una señal de que no había los votos necesarios en el Pleno.
Otra señal: la apertura con la cual el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, apoyó la tesis de que la discusión sobre la ley de Medios “debe agotarse”. Él aseguró ayer que no tendrá inconvenientes en conceder la prórroga de 15 días.
Ello a pesar de que hace dos meses dijo que la prórroga de 60 días que daba a la Comisión ocasional, y que terminaba este 7 de junio, era la última argumentando que Carrillo debía reconducir el trabajo operativo.
Para Cordero no hay razones todavía para romper el acuerdo legislativo. “Lamentablemente, al país le están dramatizando y creando incertidumbres”.