El Pacto Social por la Vida y el Ecuador presentó sus propuestas para que el país afronte la crisis ante la pandemia. Foto: Captura
El Pacto Social por la Vida y el Ecuador presentó sus ocho propuestas surgidas de las mesas temáticas para solventar la crisis económica, política y social que vive el país. Lo hizo la mañana de este jueves 29 de octubre del 2020.
En una rueda de prensa virtual, se especificó que, tras siete meses de trabajo, las propuestas se enfocan en materia económica, agricultura, salud, educación, ambiente, desarrollo local, seguridad y descentralización y lucha contra la corrupción.
César Ulloa, parte del Pacto Social, dijo que los planteamientos se construyeron desde diversas ciudades: Ambato, Guayaquil, Cuenca, Manta y Quito. “Hacemos un llamado a la ciudadanía para que sigamos sumando esfuerzos, voluntades y propuestas, juntos podemos construir un Ecuador distinto”.
De su parte, Sebastián García, de la mesa Económica, afirmó que hay cuatro pilares en esta temática: reactivación económica, manejo sostenible de las finanzas públicas, protección social y sostenibilidad ambiental.
En reactivación económica indicó que consiste en la construcción de cadenas productivas, pues el sector exportador está desestructurado y tiene limitaciones para incluir en su cadena a los pequeños y medianos productores.
En tanto, Juanita Bersosa, de la mesa de Descentralización, afirmó que se encaminan a debatir sobre la autonomía local. Para ello, se necesita una reforma del Estado que contemple una verdadera descentralización, que garantice la participación ciudadana. “Solo así se podrá priorizar a las personas”.
De su parte, Rafael Guerrero, de la mesa de Agricultura y Campesina, planteó políticas para el fortalecimiento agrario. Para ello, es necesario aumentar la inversión pública en el desarrollo de la educación y salud rural, fortalecer los sistemas financieros, descentralizar el Estado en la ruralidad, fortalecer los gobiernos locales e incentivar la investigación agropecuaria y una adecuada distribución de tierras.
“El covid-19 ha evidenciado la necesidad de desarrollar una agricultura biodiversa como condición necesaria para detener el desarrollo sistemática de plagas”.