Enrique Herrería/ Asambleísta independiente, ex Madera de Guerrero
Su experiencia: Fue militante de la ID. Trabajó con Rodrigo Borja, de quien fue su intendente de Policía en Guayas. Asambleísta separado de Madera de Guerrero.
El presidente Rafael Correa pretende desconocer que los asambleístas tienen no solo la atribución sino la obligación ética de fiscalizar los actos de la función pública, en particular de la Ejecutiva, incluyéndolo a él.
¿Suena bien, para el electorado, que exista un Código de Ética para los asambleístas, que ganan USD 6 000?
Él utiliza demagógicamente esa propuesta. Esto pese a que sabe que la Ley Orgánica de la Función Legislativa ya establece actos por los cuales los asambleístas pueden ser sancionados y suspendidos. La Constitución determina también siete causales para la destitución, en el artículo 127.
¿Qué pretende el Primer Mandatario, entonces?
Él pretende que los asambleístas no fiscalicen, que no critiquen a los miembros de la Corte Constitucional o al Fiscal General, que no se atrevan a criticar sentencias de la Corte Nacional de Justicia… Vivir en democracia es supeditarse a decisiones del poder público, el Ejecutivo debe ser fiscalizado por la Asamblea para sancionar los casos de corrupción y ahí depurar la función Ejecutiva, de funcionarios que se enriquecen al amparo del poder público.
Si se aprobara un proyecto para depurar a la Asamblea de malos elementos, ¿qué ocurriría con la figura de la inmunidad parlamentaria?
El artículo 128 establece la inmunidad parlamentaria por actos que los legisladores realicen, opiniones que brinden dentro y fuera de la Asamblea y del país. El privilegio no es geográfico sino institucional. El Presidente conoce la disposición constitucional, pero pretende crear un cuerpo legal que contravenga el art. 128.
¿Cuál es el objetivo?
Perseguir a los asambleístas que critiquen a su Gobierno, ya ha mencionado a un grupo sobre los que ha hecho juicios de valor.
¿Qué tanto valor tendría una nueva normativa si la Constitución habla de la inmunidad de los legisladores?
Esa norma carecería de todo valor porque prevalecería el principio de la jerarquía normativa. La Constitución establece que siendo esa la norma suprema, cualquier otra disposición que se contraponga no tendría peso.
Fernando Cordero dijo que la única depuración de la Asamblea puede hacerla el pueblo en las urnas. ¿Por qué Rafael Correa entra en disputa incluso con el Presidente de la Asamblea?
Él pelea con todo el mundo, en una sabatina ya dijo que iba a exponer a los asambleístas de Alianza País por introducir reformas al proyecto de Código Penal. Él los estigmatizará, los pondrá como los más buscados, como hace con periodistas. Es hora de que el presidente Fernando Cordero asuma el rol de representante de primer poder del Estado, ponga coto a las agresiones, porque el Ejecutivo descalifica a todos los asambleístas y a él mismo.
¿Electoralmente les perjudicarán las críticas a los asambleístas que están ‘fichados’ por el Presidente?
Esa es la intención. Pero tanta intolerancia, las críticas, la agresividad del presidente Rafael Correa posiblemente harán que le salga el tiro por la culata. Posiblemente la gente les dará nuevamente el voto para que regresen a la Asamblea Nacional.
¿Por qué cree que el presidente Correa habla de la depuración en este momento?
Está muy temeroso. Es predecible que en la próxima integración de la Asamblea, Alianza País no tenga la misma cantidad de legisladores. Por eso se está curando en salud, con un mecanismo que coarte la facultad de fiscalizar los actos de función pública. Si no quiere que un legislador lo insulte, que predique con el ejemplo.