El presidente Rafael Correa cumple actividades en el Puerto Principal desde la mañana de este jueves. Al final de la tarde de ayer miércoles, su primo Pedro Delgado renunció a la dirección del Banco Central del Ecuador y aceptó que no tenía el título de economista.
El primer punto de la agenda presidencial fue la inauguración de una sede distrital de educación en el Coliseo Patria Ecuatoriana, ubicado en el suburbio de Guayaquil. Correa llegó junto a Gloria Vidal, ministra de educación, y Viviana Bonilla, gobernadora del Guayas. Ellas se sentaron al lado izquierdo y derecho, respectivamente de Correa. Antes de subir a la mesa de autoridades, el Presidente no habló con los medios.
La primera en dar su discurso fue Paulina Castro, directora de la escuela Perla del Pacífico. Correa escuchó la intervención de agradecimiento con los brazos cruzados la mayor parte del tiempo. Por momentos juntaba su cara a sus manos juntas o sonreía y saludaba elevando su mano a los simpatizantes que levantaban algunos carteles verdes entre el público.
Luego fue el turno de la ministra Vidal. Su discurso giró alrededor de la garantizar el derecho a la educación. La mirada del Presidente por escasos ratos se dirigía a la ministra, la mayor parte de esa intervención estuvo trabajando en su tablet.
El público, conformado por estudiantes y padres, gritó y aplaudió cuando anunciaron que el Presidente daría su discurso. “Sin revolución educativa, no hay revolución ciudadana”, fue una de las primeras frases del Mandatario.
Agregó que “pronto tendremos elecciones muy importantes, muy aparte de quien gane, exijanles que hablen de educación”. Y sostuvo que antes de su Gobierno, el sistema educativo “era fruto de corrupción y politiquería”.
Además dijo que cuando se ponga en duda el titulo de un bachiller ya no tienen que mandarlo a certificar a alguna lejana oficina “sino que vía electrónica puedan confirmar que ese título es verdadero”. El primo del Presidente dejó sus funciones ayer luego de denuncias en su contra por trabajar con titulo falso de economista.
A su salida, tampoco habló con los medios. Parado desde dentro del carro deseó “feliz Navidad” por un megáfono. Su agenda continua con la entrega de embarcaciones construidas por Astinave, un almuerzo navideño con niños del programa de erradicación del trabajo infantil y la entrega de 157 carros del plan Renova.