Los militares no tienen preparado ningún operativo de seguridad para impedir las marchas de mañana en Quito. Así lo aseguró ayer el Comando Conjunto de las FF.AA.
“El orden público es competencia de la Policía Nacional, nosotros solo podemos intervenir en estados de excepción y esa medida no se ha decretado”, dijo un portavoz militar.
Según el artículo 158 de la Constitución, la “protección interna y el mantenimiento del orden público son funciones privativas del Estado y responsabilidad de la Policía Nacional”.
La Ley de Seguridad Pública y del Estado precisa, en su artículo 35, que las FF.AA. podrán intervenir en la seguridad interna solo durante los estados de excepción. Y precisa que siempre que el Presidente de la República lo haya dispuesto se coordinarán acciones “para que las FF.AA. apoyen a la Policía Nacional, responsable del mantenimiento del orden público, hasta que este haya sido restablecido”.
El Comando Conjunto, sin embargo, dijo a este Diario que mañana habrá resguardo militar en la Asamblea Nacional y en el Palacio de Carondelet. En el primer escenario, rige un estado de excepción desde el 30 de septiembre del 2010, cuando la Escolta Legislativa fue relevada por la Policía Militar.
En el Palacio de Gobierno, los militares son responsables de la seguridad presidencial. Una fuente del Ejército refirió ayer que una de las tareas de las Fuerzas Especiales es brindar seguridad al Jefe de Estado, en caso de que fuese necesario.
“No se ha previsto ningún operativo militar en Quito para este 22 de marzo. Hemos tomado las debidas precauciones para atender cualquier incidente”, se informó en el Comando Conjunto. De esa misión están a cargo la Fuerza de Tarea número 4, a cargo de la seguridad en el centro del país, y la Primera División del Ejército Shyris, instalada en el cuartel Epiclachima, en San Bartolo, en el sur de Quito.
Ayer, en el Palacio de Carondelet, ocho carpas de los simpatizantes de Gobierno se instalaron al pie de la Catedral. Allí y frente a una tarima con carteles y banderas manifestaron su respaldo al Presidente frente la Marcha por la vida.
Los carteles de Alianza País y otros de apoyo para el Régimen se colocaron en los alrededores de la iglesia. Entre tanto, en la mañana un ciudadano fue agredido por defender a un periodista de El Universo, insultado por algunos partidarios gobiernistas. “Basura” le gritaron por tratar de calmar los ánimos que empezaron a encenderse.
Uno de los partidarios del Primer Mandatario, quien prefirió la reserva por los disturbios que ocurrieron en la Plaza Grande, dijo que esperan que la marcha sea pacífica. “Si quieren protestar que lo hagan manteniendo el orden, eso evitará enfrentamientos entre ciudadanos”.
Un grupo de simpatizantes mencionó que el resguardo policial dará seguridad y será necesario para prevenir los enfrentamientos que puedan presentarse tanto en el Palacio como en la Asamblea Nacional.