Los cancilleres reunidos en la Asamblea General de la OEA estudiarán varios temas de difícil consenso, pero la polémica promete centrarse en un punto que debe votarse en la cita: la reforma de la CIDH y el supuesto intento de debilitar su labor.
La agenda de la cita anual de la Organización de Estados Americanos (OEA), prevista entre el 3 y el 5 de junio en Cochabamba (Bolivia), será “la misma” que la que se debatió en el foro del año pasado en El Salvador, según admitió esta semana en un encuentro con la prensa el secretario general del organismo, José Miguel Insulza.
La única excepción en ese orden del día, en el que persisten temas como las aspiraciones de Bolivia de tener acceso al mar y de Argentina de recuperar su soberanía sobre las islas Malvinas, será el proceso para “fortalecer” la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), explicó Insulza.
El pasado enero, los Estados miembros de la OEA aprobaron una serie de recomendaciones no vinculantes para reformar la CIDH, que algunas organizaciones civiles consideran un intento de limitar la autonomía del organismo por parte de gobiernos como los de Ecuador o Venezuela, sobre los que la Comisión ha emitido informes polémicos.
Insulza llevará a Cochabamba un informe en el que se pronuncia sobre esas recomendaciones, que podrían convertirse en obligaciones para la CIDH si los cancilleres asÍ lo deciden, en una votación que se producirá probablemente durante su reunión a puerta cerrada el martes.
En su informe, presentado el 22 de mayo, Insulza respalda al menos dos de las recomendaciones que más revuelo han causado entre la sociedad civil: la que pide que se modifique el estatuto de la CIDH para que el organismo deba consultar a los Estados antes de emitir medidas cautelares, y la relativa al Capítulo IV del informe anual.
El titular de la OEA pide que se “revisen los criterios, metodologías y procedimientos” para la elaboración de ese capítulo, en el que la Comisión identifica a aquellos países que necesitan mejorar en su respeto a los derechos humanos y que en los últimos años ha arremetido contra Venezuela, Colombia, Cuba y Honduras.
No obstante, y ante las críticas de grupos como Human Rights Watch (HRW), Insulza aseguró este miércoles que su intención es “darle certeza al sistema, en ningún caso debilitarlo”, al tiempo que abogó por fomentar una Comisión “mucho más flexible”.
Aunque los cancilleres tienen previsto votar sobre el informe, el secretario general no cree que en la Asamblea General pueda producirse un “debate largo, intenso y profundo” sobre la reforma de la CIDH, según dijo a periodistas este martes.
“Seguramente lo habrá, pero la discusión continuará después de la Asamblea, porque (en la Asamblea General) no habrá tiempo para agotar este debate”, señaló Insulza, para quien un año “es un plazo razonable” para completar la reforma del organismo autónomo.
La CIDH, por su parte, se ha pronunciado hasta ahora sólo sobre algunas de las recomendaciones, las relativas a su presupuesto, un tema que estará también presente en Cochabamba.
Allí, los cancilleres deberán aprobar el techo del presupuesto de la OEA para 2013, aunque la votación final sobre el mismo no tendrá lugar hasta octubre, en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente.
Aunque el canciller boliviano, David Choquehuanca, ha asegurado que planteará la situación de Cuba, el único país de América que se encuentra al margen de la OEA, Insulza ha advertido de que no podrán presentarse resoluciones sobre ese tema, dado que no está en la agenda inicial, un requisito imprescindible para ello.
La situación de Malvinas, que junto a Cuba fue el punto más controvertido en la VI Cumbre de las Américas de Cartagena de Indias (Colombia), promete protagonizar también el foro, en el que el secretario general espera ver un “consenso” sobre ese asunto.
Sin embargo, Estados Unidos anuncia que obstaculizará de nuevo la aprobación de una declaración de apoyo a Argentina en su reclamación de las islas, dependientes del Reino Unido desde 1833.
“La posición de los Estados Unidos no ha cambiado. Con respecto a las islas, ese es un tema que nosotros vemos que se debería resolver entre Argentina e Inglaterra (sic)”, señaló este jueves el secretario de Estado adjunto para asuntos de prensa, Mike Hammer.
El Departamento de Estado ha rechazado precisar otros planteamientos que llevará la delegación estadounidense, encabezada este año por la secretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y no por la jefa de la diplomacia del país, Hillary Clinton, quien se ha excusado debido a un viaje “previamente programado” por Europa.