Ángel Vilema es miembro de la Comisión de Comunicación que terminó la elaboración del proyecto de ley. Cree que varios temas polémicos pueden revisarse.
¿El proyecto de Ley de Medios tendrá futuro?Toda ley es perfectible, se puede analizar, debatir y corregir. Creo que hemos hecho un buen trabajo al establecer los derechos consagrados en la Constitución para los ciudadanos. No es una ley dedicada a un sector, busca el beneficio de todo el país. Pero es una ley perfectible, la última palabra la tendrá el Pleno de la Asamblea.
Dice que se puede cambiar, pero anteayer el movimiento Alianza País, al que usted pertenece, no dio paso a la reforma al artículo 10, el cual pudiera causar una censura a los medios de comunicación.Lastimosamente no se pudo reconsiderar ese artículo, pero insistiré en el Pleno. Este ha sido un pedido del resto de fuerzas políticas del Legislativo y creo que tendrá apoyo para evitar cualquier planteamiento que pudiera caer en una censura.
En el final del debate de la ley, se incluyeron varios artículos. ¿Por qué aceptaron que se revirtieran las frecuencias solo con la auditoría de Contraloría?
Ese informe tiene el carácter de vinculante, pero puede ser apelado jurídicamente. En el supuesto de que un propietario señalado no apele ese informe, esa frecuencia será revertida.
Eso no dice el proyecto. Señala reversión inmediata.
Hay muchas frecuencias que fueron entregadas irregularmente y no van a tener argumentos para apelar la auditoría. Sobre esas frecuencias se debe tomar la decisión final de revertirlas.
También sumaron una disposición para que los medios que pertenecen a banqueros sean vendidos con autorización del Conatel. ¿Eso no es legislar con dedicatoria ?
Sin esa transitoria, igual el Conatel debe autorizarlo. No solo se venden los activos del medio sino también la frecuencia. Por eso el Conatel debe autorizar que en la futura venta no solo se adquieran los activos del medio.
No hay cambios radicales en comparación con el primer informe de la Comisión, presentado en diciembre.
Sí hay. Por ejemplo, eliminamos la clausura y suspensión de un medio. La única forma de suspender un medio será por vía judicial, no por decisión del Consejo de Comunicación, como se planteó.
En el proyecto se entrega al Defensor del Pueblo la potestad de suspender un programa o un mensaje.
Lo podrá hacer en causales muy claras y específicas, como cuando afecten a la integridad de niños.
Pero se incluyó como causal la intolerancia política, ese concepto ha sido criticado porque es subjetivo.
Pero será sobre un mensaje específico, no se impide que ese mismo programa pueda salir nuevamente al aire. La decisión es contra el tema, no contra el programa.
Otro caso polémico es que toda investigación periodística debe ser notificada con anticipación al investigado.
Bueno, ese y otros temas deberán ser revisados en el Pleno. Ese artículo se estableció para que la persona tenga un conocimiento, pero no significa que el periodista debiera frenar su trabajo.
¿Cuáles temas serán negociables en el Pleno?
Cumplimos con la responsabilidad de entregar un informe, luego dependerá del Pleno de la Asamblea. No nos hemos cerrado en ningún tema, estamos abiertos a conversaciones porque estamos conscientes de que no tenemos los votos para aprobar una ley. Hay que llegar a consensos como ha sucedido con otras leyes.
¿El Consejo es negociable?
El Consejo, el artículo 10, el sistema de Comunicación, dependerán de nuestros compañeros y del resto de fuerzas políticas. Tendremos que llegar a consensos. Lastimosamente la oposición no acudió a las reuniones. Por ejemplo, con sus votos se hubiera podido cambiar el artículo 10.
Alianza País ha dicho que no se negociará la presencia de representantes del Ejecutivo en el Consejo.
Es la decisión que tomamos en este informe. Creemos que debe ir por lo menos un miembro del Ejecutivo, para que cuide los intereses ciudadanos. Pero son temas que pudieran ser cambiados. Si queremos garantizar esta ley, debemos escuchar al resto de fuerzas políticas. Tal vez nos den buenas alternativas, hasta ahora eso le ha faltado a la oposición.