A pesar del compromiso de los presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, para garantizar el libre tránsito terrestre, los camioneros ecuatorianos siguen enfrentando problemas para llevar mercadería a Colombia.
El martes último, los mandatarios de la Comunidad Andina (Can) se reunieron y acordaron siete puntos, entre los que estaban la regulación y control del tráfico terrestre, con el fin de fortalecer la integración vial del bloque.
Sin embargo, un día después, dos camiones -con placas ecuatorianas- fueron atacados en las ciudades de Cali y Popayán.
Ayer, el presidente Rafael Correa señaló que Colombia debe cumplir con los compromisos adquiridos en la cita regional. “Nos comprometimos (a) que los Estados debemos garantizar el libre flujo del transporte, elemental en una integración en nuestra frontera. Es una voluntad de los cuatro presidentes andinos. Si no, ¿cómo podemos hablar de integración, si después de 40 años ni siquiera puede pasar el camión ecuatoriano a Colombia o viceversa?”, cuestionó el Mandatario.
Según un boletín de prensa de la Embajada de Ecuador, en Bogotá, “los agresores están relacionados con la Asociación de Camioneros de Colombia (ACC), que mantiene una medida de hecho contra los transportistas ecuatorianos”. La denominada desobediencia civil de la ACC se inició el 3 de octubre de este año y continúa vigente.
Adicionalmente, la tarde del viernes, un ‘camión niñera’ ecuatoriano de la empresa ecuatoriana Sí Logística fue apedreado en Ipiales, en la franja fronteriza con el Ecuador, informó Harrison Vizcaíno, representante de la compañía de carga.
La Embajada del Ecuador en Bogotá hizo la denuncia de los nuevos ataques en una nota dirigida a la Cancillería de Colombia. Además, aclaró que a lo largo de este año se han producido 37 actos de vandalismo en contra de los camiones ecuatorianos en territorio colombiano, según la comunicación.
Ayer, Guillermo Pozo, presidente de la Asociación de Transporte Pesado de Carchi, confirmó la agresión. “Se trata de dos tanqueros –de la empresa Intracarsa- que fueron agredidos con bombas incendiarias y piedras”, aseguró. De esta manera, considera Pozo, no se están cumpliendo los compromisos que asumieron los presidentes en la última cumbre de la Can, realizada en Bogotá.
“El Estado colombiano tiene que garantizar el libre paso del transporte, y nosotros también, porque a veces son nuestros transportistas los que impiden el libre paso”, admitió ayer el Mandatario ecuatoriano.
Las agresiones causaron una reacción inmediata de los gremios del transporte pesado. Ayer se reunieron en Quito representantes de los transportistas ecuatorianos con funcionarios del Gobierno, para analizar el tema.
Según Pozo, las demandas que fueron presentadas a las autoridades serán abordadas en una nueva reunión de los ministros de Transporte de Ecuador y de Colombia. Esta cita se realizará el 21 de noviembre de la ciudad fronteriza de Ipiales, Colombia.
Los miembros de la ACC solo permiten que ingresen desde Ecuador hasta el interior de Colombia los denominados camiones especiales, explican los transportistas ecuatorianos. Es decir, tanqueros, camiones refrigerados y vehículos que transportan automóviles nuevos.
Mientras que los que llevan desde Ecuador carga seca, como productos agrícolas, materia prima, enlatados, etc., solo pueden avanzar hasta las bodegas que están ubicadas en Ipiales. Ahí son embarcados en camiones colombianos para que continúe su marcha y distribución hasta las demás ciudades colombianas.
La desobediencia civil de la ACC ha generado pérdidas incalculables para Ecuador, aseguran las autoridades y los comerciantes. Según Juan Carlos Navarro, representante de los operadores internacionales del Ecuador, con la paralización y el bloqueo de los transportistas, ellos han dejado de percibir alrededor de USD 600 000 diarios, porque deben pagar un doble flete del transporte y traslado de la carga.
Pero quizá el mayor perjuicio existente para las ciudades y los transportistas de Carchi (Ecuador) e Ipiales (Colombia) es que la carga ahora ya no es solamente transportada por vía terrestre sino también por vía marina, para evitar restricciones y paralizaciones en la distribución a los dos países, comenta Pozo.
Colombia rechaza los ataques
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia repudió los ataques perpetrados por transportistas colombianos en contra de tres camiones ecuatorianos en rutas de este país, que se registraron el jueves y el viernes últimos.
En un comunicado emitido por la Cancillería colombiana, también se rechazó y condenó “de manera enérgica los actos de vandalismo que atentan contra el derecho a la libre circulación del transporte terrestre”.
Además, el Gobierno colombiano advirtió que la Fuerza Pública está emprendiendo “acciones pertinentes para sancionar” a los responsables de los ataques cometidos en contra de los camioneros ecuatorianos.
La nota oficial, asimismo, reafirmó “el compromiso expresado por el presidente Juan Manuel Santos en la reunión extraordinaria del Consejo Presidencial Andino, de la Can, que tuvo lugar el 8 de noviembre en Bogotá, de garantizar las condiciones para el cumplimiento irrestricto de la Decisión 399 de la Comunidad Andina, relativa al libre tránsito de transporte terrestre”.
Sin embargo, los integrantes de la Asociación de Camioneros de Colombia (ACC) dicen que continuarán con su protesta hasta lograr que el Gobierno de su país mejore las condiciones laborales y económicas de su trabajo, frente a las ventajas que tienen los transportistas de los países vecinos.
Ellos consideran que sus colegas de países fronterizos reciben beneficios extras al tener, por ejemplo, combustible subsidiado por sus gobiernos. Esto, a criterio de la ACC, genera una supuesta “competencia desleal” en el transporte de mercancías al interior del país con precios más bajos que los que ellos pueden ofrecer, sin tener pérdidas económicas y de clientes.